viernes, 29 de junio de 2012

YO, QUE HE OLVIDADO las palabras








de los rezos, 
enciendo el purificador de aire
por la noche
y su zumbido
da un toque lírico a los muros de mi cuarto.
También quien reza,
me imagino,
reforma el aire de su cuarto con su rezo,
lo pasa por un filtro,
pero prefiero este zumbido neutro,
que es fe en estado puro,
a las palabras de los rezos,
que circunscriben una fe
y estrechan el espíritu.
Porque rezamos para recrear
la combustión del fuego
alrededor del cual nacieron
los primeros círculos
y las palabras son apenas un pretexto,
un vehículo.
Con el murmullo de los labios
regresa otra murmullo
que le dio forma a nuestro oído.
Nuestras plegarias son el eco
del trabajo de las llamas
que levantaban de la nada un muro,
un muro vivo, el único
capaz de hacer a nuestro alrededor un templo.
Enciendo el purificador de aire
con el mismo desamparo de esas noches,
de esas cuevas,
enciendo mi plegaria absurda, atea,
porque los labios ya no me responden.

(de "Un náufrago jamás se seca",

Ed. Gog y Maggog, 2011)

Fabio Morábito (Alejandría, Egipto, 1955)







miércoles, 27 de junio de 2012

VERSIONES DEL FINAL

http://youtu.be/7pvYBtLDJ28




Arguiris Jionis


(Traducción de Miguel Chiovetta)

lunes, 25 de junio de 2012

Interior




















Llevó el universo a su cuarto
y cerró la puerta;
alrededor de su pared rotaban planetas, 
a lo largo del piso se elevaban estrellas
y caían con la grave, lenta respiración de las
                   tinieblas;
nadaban cometas como los dientes de tiburones
                   que nadan,
vigas de encina tenían orejas monstruosas.
y el ladrido del chacal.

Pájaros marinos llegaban desde lejanas
islas; rabihorcados, golondrinas de mar,
alisaban en la baja, giratoria luz,
sus plumas brillantes como el mar, giraban,
gritaban, se lanzaban
a los agitados cardúmenes
en la larga noche.

Pasado y futuro, dos flacas panteras
negras como el carbón,
recorrían los límites de su cerebro,
la veta preciosa de su vida;
y podía ver
que ante él se abrían con calma
sobre un coche de bancos rosados esperando
          bajo la lluvia. 



William Jay Smith

(Traducción de Alberto Girri)



William Jay Smith (E.E.U.U.; Winnfield, Louisiana, 1918 - Lenox, Massachusetts, 2015).  Estudió en la Universidad de Washington, la Universidad de Columbia y fue becarios de la Universidad de Oxford . Smith se desempeñó como consultor de la poesía a la Biblioteca del Congreso ( poeta laureado de EE.UU.) desde 1968 hasta 1970, y ha sido miembro de la Academia de Artes y Letras desde 1975. Conocido por sus traducciones, ha ganado premios de la Academia Francesa, de la Academia Sueca, y otros. Con La Lotería de la Cherokee (Curbstone Press, 2000), ha escrito mas de una decena de libros de poesía, dos de los cuales fueron nominados para el Premio Nacional del Libro. Presidente de la División de Redacción de la Escuela de Artes de la Universidad de Columbia desde 1973 hasta 1975. Tambien se ha destacado como autor de libros infantiles. 





sábado, 23 de junio de 2012

BESTIARIO para fagot y esófago


el poeta
infin
itesi
(tmsis)
mal
(en tesis)
existe
y se mani
(aún)
fiesta
en esta
ani
(triste)
mal
especie
que le es
funesta


al
verse
perse
guido
bufa
lo   se
esconde
flor de arti
ficio
su lengu
a conde
corada
al extingu
irse


o
pará
sito
para
       lí
   ti
co
    se
equi
       (con
        dor)
  para
  (en
  vuelo)
libr
  (por la 
bris)
ista
  a la
    seca
lista
  a la
    seca
lista
    de

cebra
    em
     zoo


si
tiene
hambre
come
fama
como 
cama
león
come 
aire


al
muerzo
dulce
del
intes
tino
fino
al
gr
ueso


más 
bajo
que
el
basurero
que
huele
a
basura
mas
al
menos
tiene
olor
el
poeta
lagartija
en lo
oscuro
bicho
inodoro
y
solitario
en
su
labor
atorio
sin
sol
o
sal
ario


y
está
la
cate
goría
oficial
del 
vate
a
quien
como es justo
se esculpe
-asi se mate-
el augusto
busto


(1955)


Augusto de Campos


(Traducción de Gonzalo Aguilar)





Augusto de Campos. Poeta, ensayista y traductor brasileño. Natural de la ciudad de São Paulo (1931). Junto con su hermano Haroldo de Campos y Décio Pignatari formó el núcleo central del movimiento del concretismo. Partidario de la incorporación de las vanguardias y de las experimentaciones en la poesía. Ésta, como juego de palabras entrecortadas, admite varias lecturas: “sim/ o poeta/ infin/ tesi/ (tmese)/mal/ (em tese)/ existe/ e se mani/ (ainda)/ festa” (si/ el poeta/ infini/ tesi/ (tmece)/ mal/ (teóricamente)/ existe/ y se mani/ (todavía) fiesta). A pesar del concretismo, su poesía se caracteriza por el aspecto gráfico, es decir, la distribución espacial del poema. Sobre sus últimos trabajos la crítica ha resaltado la inclinación por la dimensión temporal, principalmente después del disco realizado con su hijo Cid, Poesía é risco (Poesía es riesgo, 1995). Entre sus obras destacan: O rei menos o reino (El rey menos el reino, 1951), Balanço da bossa (Cadencia de la bossa, 1968), Poesía (1979), À margem da margem (Al margen del margen, 1989) y O enigma Ernani Rosas (El enigma Ernani Rosas, 1996.




jueves, 21 de junio de 2012

Primavera



LA ROPA RECIÉN LAVADA

La ropa recién lavada se mueve en el único
alambre tendido en el patio. Una caña tacuara
ayuda a levantarlo, como queriendo acercar las
prendas al sol. Poco a poco el agua que las 
empapa desciende, y mientras por arriba,
junto al alambre, la tela se seca,
la parte de abajo permanece húmeda. Y gotea.
Sobre el pasto va apareciendo una línea más oscura,
en exacta correspondencia con el oscilar de la 
ropa. El ajustado péndulo determina el ancho de
esa franja que ennoblece la tierra.
Así cada tarde, cada día de lavado, el pasto en
esa zona es más verde. Y más feliz.
Vibrando entre el sol inalcanzable y la
efervescencia del jardín
las prendas demoran en secarse,
como acompañando un antiguo rito.


Carlos Antognazzi





Carlos O. Antognazzi nació en Santa Fe (Argentina) en 1963. Reside en Santo Tomé. Fue becario del Fondo Nacional de las Artes, la Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Santa Fe, del Gobierno de España (CEULAJ, para asistir al Primer Encuentro Iberoamericano de Escritores Jóvenes, en Mollina, Málaga) y del Gobierno de Venezuela (CONAC, para asistir al Primer Taller Internacional de Jóvenes Escritores Latinoamericanos, en Barquisimeto). En 1997 obtuvo, también por concurso, el “Subsidio a la Creación Artística”, de la Fundación Antorchas, para editar Road movie.  Cuentos suyos fueron traducidos al italiano y al inglés. Algunos circulan en Internet. Integra antologías en España, Estados Unidos, Italia, México y Argentina. Ha dado conferencias y presentado ponencias en co ngresos y encuentros de escritores.    Es coordinador de talleres literarios en Santo Tomé y en la librería Mauro Yardin (Santa Fe). Fue columnista del mensuario “El Tábano” (Rafaela, Santa Fe). Artículos suyos se editan en el portal de «Mundo Cultural Hispano» en Internet.  Algunas de sus obras: Punto muerto (Cuentos, 1987)
Ciudad (Novela, 1988)  Apuntes de literatura (Ensayos y entrevistas, 1995). Mare nostrum (Cuentos, 1997) Inside (Poesías, 1998), Al sol (Cuentos, 2002) Arte mayor (Poesías, 2003), Triplex (nouvelles, UNL, 2008) y Las Estraciones, de donde fueron extraídos los poemas que publicamos.

(Síntesis biográfica)





martes, 19 de junio de 2012

Palabra cazada al vuelo



















No he sido nunca un cazador de perdices porque la muerte de
un animal pequeño me sacude como el viento del campo a los
pastos 
        extraños
pero soy cazador de la palabra en vuelo, lo cual
constituye una estética desdeñada por Valéry entre otros.
De dónde viene esta cetrería sin halcones?
Debe ser, supongo, una fuerza que sale de la propia voz callada
     que comienza a hablar dentro de uno, en cualquier momento;
          el lujo de la bandada que cruza el cielo en una tarde espectacular,
     cuando el papel en blanco nos mueve los dedos, articulados
         en una mano que golpea las teclas.
Quizá la poesía no esté allí, sino en los entresueños, cuando
     despiertos, miramos con los ojos cerrados
     una ceniza que se llama tiempo, quizá la mentalidad
del oído que oye murmullos entre los muertos.
     Por eso nada habrá cuando me haya caído en la sombra
         ya que todo es instantáneo, súbito,
         y los poemas inéditos se han roto para siempre.
Como poeta repentista, asumo estas obligaciones y también esos
    defectos.
Quede para otra ocasión la posibilidad de que la vejez
   dicte en otras personas el murmullo de una flor de coral
      que asoma debajo de las aguas.



Alfredo Veiravé




Alfredo Veiravé. Poeta argentino, nació en Gualeguay (Entre Ríos) en 1928. En 1957 se radicó en Resistencia. También fue ensayista y profesor de Letras de la UNNE donde ejercio la docencia en varias catedras. Dictó numerosos cursos dentro y fuera de la provincia y en países extranjeros. Critico literario, autor de importantes y numerosos ensayos sobre escritores latinoamericanos.Obtuvo los siguientes premios: Faja de Honor de la SADE (1955). Premio Leopoldo Lugones de la SADE y el Fondo Nacional de las Artes (1960 y 63). En 1982 recibió el Gran Premio de Honor de la Fundación Argentina para la Poesía. La Academia Argentina de Letras lo designo Academico en la clase correspondiente, con residencia en el Chaco.Sus poemas fueron traducidos al ingles y al portugués. Obra poética: El alba, el río y tu presencia (1951); Después del alba, el ángel (1955, Faja de Honor de la SADE); El ángel y las redes (1960, Premio Regional de Literatura), Destrucciones y un jardín de la memoria (1965, Premio Leopoldo Lugones de La Nación); Puntos luminosos (1970); El imperio milenario (1973); La máquina del tiempo (1976); Historia natural (1980); Radar en la tormenta (1985); Laboratorio central (1990). Fue autor de libros destinados a la escuela media, editados por Kapelusz: Literatura Hispanoamericana y argentina, y Lengua y Literatura. Falleció en Resistencia el 22 de noviembre de 1991.




domingo, 17 de junio de 2012

Una tapita de cerveza






















Cómo llamarla?         Hace un momento reinaba sobre el banquete
la guardiana de una botella de cerveza     dueña de un cierto status
sugiriendo la alegría en un atardecer y el grosor de la espuma-
con un pop súbito abandonó la escena       un salto tan parecido al de
     una rana
que el mozo pensó que de verdad era una         que en la mesa
repleta de comida había algo resucitado
y molesto por su error          desvió su atención hacia otra cosa
Fue el último:  después el mundo se olvidó de ella
en el diccionario no tiene entrada      otro sentido         literal o
      figurado
los platos sobre los que antes reinaba      ahora
significan el aroma de la comida de Sichuan
la servilleta fue tocada por un general         una rosa se abre y sugiere
      elegancia
dibujando un arco extraño ella abandonó la mesa
un arco imprevisible           no diseñado por la fábrica
ahora está entre las colillas     huellas   huesos   en el suelo
nada que ver con nada     una trama espontánea    de cosas inútiles
pero su caso es aún peor: una colilla hace pensar en un vago
los huesos en un gato o un perro    y las huellas sugieren por supuesto
     un hombre
ella es puro deshecho    su blancura es sólo blancura   su forma
     sólo forma
nuestros adjetivos no pueden tocarla
en ese momento yo    que no había bebido aún     fui quien abrió la
     botella
por eso pude ver su extraño salto-
de golpe imaginé con un pop así   abandonar la mesa    pero
    no pude
-el cuerpo de un autor de un libro de poemas       un cuerpo de
   sesenta kilos-
sólo pude agacharme para agarrar ese objeto blanco e increíble
el borde dentado y duro me lastimó el dedo
dejándome sentir un filo muy distinto al de un cuchillo




Yu Jian (China, Kunming, 1954)



(Traducción de Miguel Angel Petrecca)




viernes, 15 de junio de 2012

ESPEJO DEL REFLEJO


Soy tu mimo, automático e inverso, 
Con mi arte exacto y mi disfraz vacío
Interpreto el papel de tu albedrío
En el envés senil de tu universo;

Y si en mis labios lees yo converso
Como conversas tú, pero no es mío
Tu bárbaro y confuso desvarío
Que unas veces es prosa y otras verso.

Mi única libertad en este espejo
Es trastocar con mis caligrafías
Las letras de tus páginas  (e incluso

Nuestra prosopopeya del Reflejo)
Para mostrar que son galimatías
De un desvarío bárbaro y confuso.



Bernardo Schiavetta



Bernardo Schiavetta nació en Córdoba, Argentina en 1948. Es un poeta y escritor argentino, autor de poesía y de narrativa en español así como de poesía y ensayos en francés. Radicado en Francia desde 1971, ha editado y codirigido hasta 2009 dos revistas anuales franco-estadounidenses de investigación y de creación literarias, ambas centradas en la problemática de las formas. Obra poética:  Diálogo, 1983; Fórmulas para Cratilo, 1990; Entre líneas, 1992; Con mudo acento, 1996; Textos de Penélope, 1999.





miércoles, 13 de junio de 2012

SOY VERTICAL



Pero preferiría ser horizontal. Yo
No soy un árbol enraizado en la tierra.
Absorbiendo minerales y amor materno
Para rebrotar esplendoroso cada mes de marzo,
Ni tampoco la belleza del arriate en el jardín
Que dejó boquiabierto a todo el mundo y a la que
Todo el mundo quiere pintar maravillosamente.
Ignorando que muy pronto se deshojará.
Comparado conmigo, un árbol es inmortal,
Un racimo de flores, más bajo, aunque más llamativo,
Y yo anhelo la longevidad de uno y la osadía del otro.

Esta noche, bajo la luz infinitesimal de los astros,
Los árboles y las flores han estado esparciendo sus aromas frescos.
Yo paseo entre ellos, aunque no se percaten de mi presencia.
A veces pienso que cuando duermo
Es cuando más me parezco a ellos-
Desvanecidos ya los pensamientos.
En mí, el estar tendida, es algo connatural.
Entonces el cielo y yo conversamos abiertamente.
Y seguro que seré más útil cuando al fin me tienda para siempre:
Entonces quizás los árboles me toquen por una vez,
Y las flores, finalmente, tengan tiempo para mí.


28 de marzo de 1961



Sylvia Plath  (E.E.U.U., Boston, 1932 -Inglaterra, Londres, 1963)
(Traducción: Xoán Abeleira)







lunes, 11 de junio de 2012

LA CULPA





















Hay un punto en que uno, no puede odiarse un solo día más.
Y urge declarar que ya esta bueno.
Que cualquiera que hubiera sido el pecado, la pena ( a esa altura ), 
debería estar bien pagada.
Y que, vaya a saber uno por qué, cómo, quién y cuándo.
Pero ya basta.
Entonces, hay que pararse urgente en la punta del mástil más alto 
de su propia historia; allá en el carajo de los carajos, y llorar.
Llorar largo y tendido.
Sentir que nada se ve claro, ni por los ojos.
Y tantearse.
Tantearse lento,
las mierdas y los aciertos,
los hombros,
los amigos,
el patio de atrás,
los hijos,
las caídas,
las negaciones,
las traiciones,
los vivir y dejar vivir,
los miedos,
todo...
Si las manos y el alma alcanzan,
todos al mismo tiempo.
Y enterrar allí mismo (en el aire),
los muertos,
los mal nacidos,
los asesinados,
los olores nauseabundos de las cosas no perdonadas,
la puta culpa con toda su corte y sus domingos,
el dolor inmenso de ser lo que se es,
no más.
Y escupir,
y escupirse.
Y decirse que si; que tal vez lo haría de nuevo.
Con otro elenco; e incluso, en otro escenario.
Y que duela.
Que duela de una vez y para siempre;
y duela en serio.
Que no se abran sótanos para archivar ningún dolor.
Y llorar de nuevo.
Y quedarse sin Dios,
ni madre,
ni catalejos.
Y arrancar de cuajo la razón y sus malhechores.
Y llorar de nuevo.
Y borrar el horizonte porque, en definitiva, uno vive siempre al lado de uno mismo.
Y olvidarse sin protocolos; es decir, echar de una buena patada en 
el culo todas las dichas que no fueron paridas en una cama, 
alrededor del fuego, o con un hijo en brazos.
Después, soltar el carajo y abrazarse fuerte a lo que queda.
Bajar en silencio.
Lentamente.



Martín Ptasik 


Martín Ptasik, nació en San Martìn de Los Andes (Nqn) pero reside hace 20 años en La Rioja. Tiene 44 años, cuatro hijos y su profesiòn es la de Realizador - Documentalista. Además es Conductor y productor de radio y carpintero de entrecasa.  Escribe hace unos doce o trece años. Tiene tres libros publicados: La Visita, Anda la Palabra y de Viento Será. 




sábado, 9 de junio de 2012

PALABRAS




















Hachas
Con cuyos golpes resuena la madera,
¡Y los ecos!
Ecos que parten
Desde el centro, como caballos.
La savia
Brota como las lágrimas, como el
Agua que se esfuerza
En reestablecer su espejo
En la roca,
Deshaciendo y horadando
Este cráneo blanco,
Carcomido por las malas hierbas.
Años después, vuelvo
A encontrármelas por el camino:
Las palabras secas y sin jinete,
El estruendo incansable de los cascos.
Mientras,
Desde el fondo de la charca, las estrellas fijas
Gobiernan una vida.



Sylvia Plath ( (Boston, 27 de octubre de 1932 – Primrose Hill, Londres, 11 de febrero de 1963) 

                                                                    (Traducción de Xoán Abeleira)




WORDS
Axes / After whose stroke the wood rings, / And the echoes! / Echoes traveling / Off from the center like horses. // The sap / Wells like tears, like the / Water striving / To reestablish its mirror / Over the rock // That drops and turns, / A white skull, / Eaten by weedy greens. / Years later I / Encounter them on the road- //Words dry and riderless, / The indefatigable hoof-taps. / While / From the bottom of the pool, fixed stars / Govern a life.
1 February 1963






jueves, 7 de junio de 2012

El devenir de las cosas






















miro las estrellas y reviso los acontecimientos de ayer.
Nada extravió el Recepcionista –otrora menos desafortunado-
confinado  a un rectángulo oscuro y ventanilla a la pared.
Miro las estrellas exhausto de conclusiones
antes del amanecer sobre el devenir de las cosas.
Pero algo parece definitivo:
Equis de tres años durmió en este cuarto.
Aquí el pasado lo explica el artificio,
los autoadhesivos del cielo raso brillando en la oscuridad,
el firmamento tan cerca
que te calma.





Pieza conclusa para una mañana bien temprano


el sonido del agua, suave y de pronto,
imita al de una cascada casi inexplorada.
Fluye, pero no tanto, como la fuente de un río,
entre las piedras y a borbotones.
El amarillo de una hoja (ni la tapa de una gaseosa),
el único color de los rápidos.
En la carrera desde la panadería contra Languidez,
se revela la maravilla al cruzar la calle,
aria del agua que la pendiente precipita al sumidero.



Pedro Donangelo


Pedro Donangelo (Argentina, Buenos Aires, 1949). Participó en la Antología de la nueva poesía argentina, 1983 (Editorial de Belgrano), Dossier de la revista Periscopio, “La nueva poesía rioplatense” . Publicó en diversas revistas literarias y coordinó el Taller Mario J De Lellis. Segundo premio de poesía de la Fundación Honorarte. Administra el blog El poeta ocasional.







martes, 5 de junio de 2012

La poesía que va a importar cuando estés muerto













Silvia Plath es mi poeta favorita. No sólo fue heredera de las vanguardias
y los románticos, también era una poeta a la que le importaban tanto sus
propios sentimientos que también le importaban los tuyos.  En su vida,
pasaron un par de cosas muy jodidas, pero ¿a quién le importa
eso? Todos sufrimos y eso está absolutamente relacionado con la poesía. 
¿Alguna vez escuchaste hablar de la vanguardia? Los nazis decían que la
vanguardia era primitiva y que era una cosa de bestias. Las únicas bestias
en esta tierra son los perros y yo los amo. ¿Te preguntas qué soy yo?
Estás leyendo la obra de una gran poeta, posiblemente una de las más
grandes de tu tiempo. Si en este momento estoy parada delante de vos
estás escuchando la voz de una de las poetas más grandes de tu época.
¿Alguna vez te tomaste el tiempo de analizar la grandeza? No creo que
debieras molestarte: nunca la entenderás.  Soy a la vez una vanguardista
y una romántica. Toda la poesía que es buena hoy es una combinación
de vanguardia, romanticismo ética y fe. Tomá nota. Toda la poesía
que importa hoy tiene sentimientos. Podés luchar contra los sentimientos
e inventar palabras cómicas para contarlo. Mirate al espejo.  Naciste
niño y morirás niño. Cuando estés en la tumba la única palabra que
podrás decir será mamá. Vas a morirte lo sabés y yo también me voy
a morir. Así es.  Naciste para morir. Juntá las cosas que decís porque
no podés escribir poemas y tratá de pensar como escribir algunos.
Andá al almacén y comprá comida. Sentate solo y pensá cómo son
las cosas, cómo es todo realmente.  Hay millones de células líquidas
corriendo por tus venas.  Miles de ríos corren por la tierra. Lo único
que te mantiene entero es la fe que Dios tiene en que vas a
seguir respirando.  Cuando sos malo lo decepcionás así que no seas
malo. Leé a Plath, carajo, leé a Stein. Ella era una mujer y te hubiera
aprobado...seas hombre, seas mujer, seas perro. Ladrá tu último
suspiro mientras todos nadamos en un río.  Hay niños jugando
a tu alrededor. Ellos saben más de lo que nunca llegarás a saber. 


Dorothea Lasky (E.E.U.U., St.Louis, 1978)

(Traducción de Cecilia Pavón)

(Extraído del Diario de Poesía, Nº83, 
Diciembre 2011 a mayo 2012)


IMAGEN: La poeta estadounidense Silvia Plath.



lunes, 4 de junio de 2012

El gran dorado






















Desde la butaca de la barranca,
una excelente vista al río.
El sol exculpe su textura
con pequeñas espátulas,
una superficie de diamantes
triturados y esparcidos
sobre el raso o
sobre la nata.
Entre ellos, el brillante más hermoso,
el pescador,
aunque sus formas geométricas
se pierden por la distancia.
Él sabe pero no sabe
la velocidad en que lo veo
desplazarse en su quietud.
Las piernas separadas para mantener el equilibrio,
los pies trabados con la madera,
la postura para no cansarse
y que nos agarre la noche.
La fuerza de los brazos puesta en desterrar
un tesoro que pueda comer
o vender.
Desde acá se ve
como si se agarrara de una soga
clavada en el agua, un pasamanos,
avanzando con cada tirón en la corriente.
Me pregunto dónde estará atada
la otra punta,
¿en una piedra del Iguazú?,
¿en el sol?,
¿en la pata de un elefante en África?
Debería tener cuidado,
las piedras se desbarrancan
y los negros van a comérselo crudo
al diamante si aparece entre las aguas.
Mejor el sol.
El sol le sienta bien, capaz
que porque es un gran
dorado.

(de: "El gran dorado",
Ed.Iván Rosado, 2012)

Daiana Henderson (Argentina, Entre Ríos, Paraná. 1988)