viernes, 2 de agosto de 2013

Campo de planes



You use to be the sunshine girl
but now you are criying all the time,
for some past gone time that never was”.
Euros Childs.
El (seguro) pasado se recuerda con dulzura,
porque lo sobrevivimos.
Ahora estamos a una canción pop
de dejar de ser jóvenes.
Festejemos la muerte de los adolescentes,
ellos solamente vivían en sus cabezas.
Derramo kilates de plástico.
El ama de casa los barre
desde la comodidad de su hogar.

Dicen que incluso un reloj roto
da la hora correcta dos veces al día.
“Some things that happened for the first time
Seem to be happening again”.

Haciendo tiempo y perdiéndolo a la vez.
La incapacidad para silbar
el pánico a las abejas,
y a los descorches de champagne
fueron mi herencia.
Mi momento
es el último momento,
cumplo años el día
fuera del tiempo.

Aquí son siempre
las cinco de la tarde,
cuando el reloj llega casi
a partirse al medio.
Hora de tomar café
y ver pasar el tiempo.
El cielo y el infierno
están entre la taza
y la curva de su platito.


 

*
Era otoño.
Las personas son
a donde van.
El Atlántico lo expone
y yo quiero irme a mi casa.
Las mariposas de este marzo
son iguales a las del año pasado,
pero son otras.

Qué dificil pasar los mediodías,
son un campo de planes.
Perder los días
aprovechar las noches.
Mi ánimo llega
a las siete de la tarde.
Mientras tanto,
estamos muertos.
¿De qué me olvidé?

*

Perdida en el detalle.
¿Te acordás lo que te dije hace mil años?
Eso que nunca se termina de ordenar.
Cuando se pierde algo
también se pierde el tiempo
en encontrarlo.
Quiero irme
al lugar más pensado.
Pido un deseo posible;
que este año termine 
y no vuelva nunca más.

*

El gato murió la familia mudó la casa vendió.
Hay quienes
abusan del tiempo.
También
quienes lo miden
en canciones
romances
o años de viudez.
Me voy a morir.
Es hora de sacarse
los moños rosas.

Aunque siga funcionando
un corazón puede estar roto.
“Some things that happened for the first time
Seem to be happening again”.

El tiempo llena las esquinas de recuerdos
formando capas.
Son tantos
que al fnal no son;
la melancolía desaparece,
y llega el momento
en que la ciudad descanse
de nuestra presencia.
Si otros se fueron
la que está en otro lado
también soy yo.

Hace tres horas
son las cinco de la tarde.
Llego a tiempo
y vacía.

(Inédito)

Alelí Manrique (Argentina, Río Negro, El Bolsón, 1979)




1 comentario:

Marcelo dijo...

Gracias José, por pasar, por estar. Ya visitaré tu sitio.

Un abrazo