domingo, 3 de agosto de 2008

A MI HIJO




















Las únicas virtudes de tu padre son
algunas pocas cosas que nunca hizo.

Sus únicas culpas: otras muchas cosas que dejó de hacer.

En el terreno de lo hecho sólo unas cuantas sombras
varillas confusas
pasiones como nada.

Y en el tiempo
sólo tu sonrisa que arde
sólo un gran amor que se arraigó
sólo algún poema que respira.

Esto en cuanto a mí..

Y para tus años
la cal viva de la alegría
el préstamo lustroso del porvenir
la estridencia de las cosas
el calor y el temblor de otros hombres
y la luz con que nosotros soñamos.

Hay en el contorno del mundo
una lámina de fuego que todo hombre
puede pisar.
Hay en el agua de todos los mares una gota de sombra
que todo hombre debe beber.
Hay en el espacio una campanada perdida
que todo hombre se sienta a escuchar.
Por esa lámina
con esa gota
en esa campanada se vive.




Alberto Vanasco




Alberto Vanasco nació en 1925, en Buenos Aires. Fue un poeta, novelista y cuentista argentino. Su familia se muda a San Juan a una finca de su abuelo materno como consecuencia de la crisis del 30, habiendo perdido su padre el empleo en el Banco Municipal. En San Juan, Alberto Vanasco inicia sus estudios primarios. En 1934 su familia regresa a un suburbio de Buenos Aires y hacia 1939, una vez más, se muda al pueblo de San Martín. Los cambios de residencia, del campo al suburbio, habrían de marcar la personalidad del autor, que se vería reflejada en su poesía. Sería durante sus estudios en el Colegio Nacional Buenos Aires, donde conocería a otros escritores. En 1943 publica su primer libro, una breve novela titulada Justo en la cruz del camino. Tras la muerte de su padre en 1944, su familia regresa a Buenos Aires, y Alberto Vanasco ejerce distintos oficios: en la Corporación de Transportes, en los Tribunales, como profesor particular de matemáticas, despachante de aduana, periodista, traductor, ocupaciones que le dejan una experiencia que va desgranando en sus poemas y relatos. En 1961 viaja a N. York, donde permanece dos años trabajando en la editorial Crown Publishers. En 1968 se casa con Alicia Virginia Petti con quien viaja por Europa en 1972 recorriendo varios países, y estableciéndose un tiempo en Barcelona, en casa de Alberto Cousté. Desde esa época vive exclusivamente de sus trabajos literarios y escribiendo guiones para la televisión. Publicó la revista Zona con otros poetas y fue profesor de física, matemáticas y literatura. Participó en la literatura de vanguardia. Su tarea como narrador se ajusta a la necesidad de renovar y ampliar las posibilidades del lenguaje novelístico a través de nuevas formas o instrumentos expresivos. Fue señalado por los críticos como uno de los escritores argentinos que utilizó las técnicas del objetivismo antes del conocimiento y difusión de esta escuela, su obra novelística posterior comprende una trilogía en la cual se basa aquel juicio: Sin embargo Juan vivía (1948); Para ellos la eternidad (1957); Los muchos que no viven (1964). En su temática poética, identificada con la realidad en diversos planos, se advierte una preocupación y permanente interés por las circunstancias político-sociales. Fue presidente de la CONABIP, desde 1991 hasta su muerte, ocurrida en 1993, en Bs.As. En poesía publico: 24 sonetos absolutos y dos intrascendentes (1945); Cuartetos y tercetos definitivos (1947); Ella en general (1954); Canto rodado (1962); Sonetos (1971).

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