domingo, 28 de septiembre de 2008

LOS PELOS DE LA CABEZA DE MI ABUELO


Mi rico viejo

abuelo escocés hizo
su dinero vendiendo

lotes de tierra en un cementerio
y tenía una reluciente cabeza
calva donde de tanto

en tanto una pequeña
dura cerda solía
crecer dándole

tal fastidio que me
hacía subir sobre un
banquillo para que se la arrancase

con pinzas
corazón, escúchame
cuídate de esta muchacha que

viene trayendo dones
que tú nunca hubieras
soñado entonces

¡La cabeza del abuelo yace
bajo tierra brillando
allí como un espejo!


James Laughlin (E.E.U.U.; Pittsburgh, 1914 -Norfolk, Connecticut,  1997)

(Traducción de Alberto Girri)



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