jueves, 27 de noviembre de 2008

LA ESCALERA A OSCURAS



En la escalera oscura

nadie sabe muy bien dónde está parado.
Los escalones fueron devorados
por gran oscuridad: el pasamanos
/resbaloso, invisible.
El descansillo -al torcer su dirección la
/escalera
puede hacernos dar un traspié. Conviene
subir o descender con grandes precauciones.

O mejor esperar a que se encienda
la luz, si es que la encienden -si es que
/alguien más sube o baja-.
Atención entonces al mínimo crujido
de la escalera.




Circe Maia (Uruguay, Motevideo, 1932)



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