sábado, 29 de noviembre de 2008

LA MUERTE DEL POETA



El poeta estaba muerto con su poesía
lo rodeaban
algunos parientes muy mayores de edad.
Para poder dar salida a su belleza
había retorcido su cronología,
hasta las últimas gotas.
Esa fue su misión y la cumplió
maestros no los buscó
discípulos no lo buscaron a él
los otros iguales
en cuanto les clavaba su dolor
se lo devolvían con sus propios
llameantes cuchillos.
Por lo tanto murió solo y no joven.
Unos pocos parientes,
infaltables con sus expresiones
de viejos resignados,
lo rodeaban.
Y poco después, un tiempo nomás
el ropavejero que visitaba la zona
cargaba en un carro
sus últimas botellas vacías
y un paquete de libros muy leídos
atados con hilo sisal.


Luis Luchi (Buenos Aires, Argentina, 1921 - Barcelona, España, 2000)





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