sábado, 13 de diciembre de 2008

ASUNCIÓN DE LA POESÍA


Yo me nazco, yo misma me levanto,

organizo mi forma y determino
mi cantidad, mi número divino,
mi régimen de paz, mi azar de llanto.


Establezco mi origen y termino
porque sí, para nunca, por lo tanto.
Soy lo que se me ocurre cuando canto.
No tengo ganas de tener destino.


Mi corazón estoy elaborando:
ordeno sufrimiento a su medida,
educo al odio y al amor lo mando.


Me autorizo a morir sólo de vida.
Me olvidarán sin duda, pero cuando
mi enterrado capricho lo decida.



María Elena Walsh (Argentina; Ramos Mejía, La Matanza, Provincia de Buenos Aires, 1930 -Buenos Aires, 2011)








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