SU ATAÚD ES LA ALBORADA
El tiempo arrasará todas las rosas:
las florecidas,
las heridas,
las que tienen los labios en el verano
como cortaderas carmesíes,
pero volverá el amor de las recolectoras de las rosas, y la caridad encendida del color del horizonte, donde se prenden las lámparas de las palmeras
al paso del ferrocarril,
oloroso de ciudades y de esteros. Pasa el entierro del cuerpo de un sueño,
pero su ataúd es la alborada.
Francisco Madariaga (Argentina, Corrientes, 1927- Bs.As.,2000)
No hay comentarios:
Publicar un comentario