EL ARQUERO ZEN
El arquero zen está sentado
y en su mano se ha posado una jarra
marrón, con algo de vino; la otra
mano sostiene la cabeza
que por ahora en nada piensa.
Las hojas acarician el techo
de la galería, al caer;
hace calor. Adentro
se oye moverse a la mujer
y los hijos que también esta noche
han comido. De madrugada
tal vez habrá tormenta
si las nubes del fondo del cielo
se acercan. El arco,
lustrado, preparado,
ocupa su lugar
encima de la fuerte repisa.
Eduardo D' Anna (Rosario, Argentina, 1948)
el poema LAS CASAS me encantó.
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