Cuando la nieve cae en la ventana,
largamente suena la campana del atardecer,
la mesa está dispuesta para muchos,
y la casa bien abastecida.
Alguno en su peregrinaje
llega a la puerta desde sendas oscuras.
Áureo florece el árbol de las gracias
desde la fresca savia de la tierra.
Entra en silencio el caminante;
el dolor petrificó el umbral.
Brillan entonces con claridad muy pura
sobre la mesa el pan y el vino.
Georg Trakl (Austria, Salzburgo, 1887- Cracovia, 1914)
(Traducción de Rodolfo Modern)
maravilloso poema.
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