martes, 3 de febrero de 2009

EL SILENCIO NO ME ENGAÑA














El disperso toque
de la campana de San Simpliciano
se concentra sobre los vidrios de mi ventana.
El sonido no tiene eco, crea un círculo
transparente, me recuerda mi nombre.
Escribo palabras, analogías, intento
trazar un vínculo posible
entre la vida y la muerte. El presente está fuera de mí
y no podrá contenerme más que en parte.
El silencio no me engaña, la fórmula
es abstracta. Todo lo que debe venir está aquí,
y si no fuese por tí, amor,
el futuro tendría ya ese eco
que no quiero escuchar y que vibra
seguro como un insecto de la tierra.



Salvatore Quasimodo (Italia; Siracusa, 1901 - Nápoles, 1968)

(Traducción de Eugenio y
Gianni Siccardi)

IL SILENZIO NON MI INGANNA


...Scrivo parole e analogie, tento
di tracciare un rapporto possibile
tra vita e morte. Il presente è fuori di me
e non potrà contenermi che in parte.
Il silenzio non m’inganna, la formula
è astratta. Ciò che deve venire è qui,
e se non fosse per te, amore,
il futuro avrebbe già quell’eco
che non voglio ascoltare e che vibra
sicuro come un insetto della terra







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