miércoles, 4 de marzo de 2009

IMAGINEMOS UN TIEMPO





















Imaginemos un tiempo en que me haya alejado tanto
que los hijos de mis hijos y sus hijos
y los hijos de éstos a su vez
no vean en mí sino un extraño,
peor aún, en que no sea
ni siquiera un nombre, sino alguien
como ese vecino que vive a dos adustas puertas
y a quien jamás encontraremos en ninguna parte,
a no ser como el incierto esbozo de una espalda. Sí,
alguien tan lejano, tan inerme
como ese pobre curioso que se asomó a la verja
la tarde —o quizás la noche— en que las esclavas
inciaron las lamentaciones por la muerte del pobre Séneca
mientras aullaba el perro de la cuadra.

No sabemos cómo será el sol entonces
pero sin duda
que ha de lucirles tan natural, tan sol como el de ahora,
y que aun será más cálido
puesto que al fin de cuentas el nuestro se habrá ocultado
definitivamente entre las húmedas páginas
de algún vago texto de historia. Y entonces
ese desconocido mío que imagino
tan lejos se llevará mi mano a su frente
tal como lo hago yo ahora, consolándole
no sabemos a quién qué oscuro pensamiento.



Eliseo Diego


Eliseo Diego (La Habana, 1920- México, 1994). Poeta cubano. Ha pertenecido al grupo de la revista Orígenes, dirigida por Lezama Lima. Su poesía de corte popular evolucionó hacia temas de gran concentración lírica, como la muerte, el miedo o el amor. Entre sus poemarios, figuran Calzada de Jesús del Monte (1949), El oscuro esplendor (1966) y Versiones (1970). Cultivó también el cuento y el ensayo.




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