miércoles, 29 de abril de 2009

POCA PACIENCIA



Mi primer amante

me doblaba en edad.

Era de pequeña estatura,
hablaba con diminutivos
y prefería los verbos en potencial,
las inminencias demoradas.

Decía hoy a la nochecita
podríamos, y no vamos
ni esta noche,

y me obligó a ser paciente
y a esperar del futuro
otras cosas pequeñas y tardías

en vez de entonar letanías
por lo que nunca
llegaríamos a ser.



Mirta Rosenberg (Argentina, Rosario, 1951, reside en Buenos Aires)






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