viernes, 22 de mayo de 2009

A ROMA SEPULTADA EN SUS RUINAS






















Buscas en Roma a Roma, oh peregrino,

Y a Roma misma en Roma no la hallas:
Cadáver son las que ostentó murallas
Y tumba de sí propio el Aventino.

Yace donde reinaba el Palatino
Y limadas del tiempo las medallas
Más parecen destrozo a las batallas
De las edades que blasón latino.

Sólo el Tíber quedó, cuya corriente,
Si ciudad la regó, ya sepultura
La llora con funesto son doliente.

¡Oh Roma!, en tu grandeza, en tu hermosura,
Huyó lo que era firme, y solamente
Lo fugitivo permanece y dura.



Joachim Du Bellay


(Traducción de Francisco de Quevedo)



Joachim du Bellay.Poeta francés (castillo de la Turmelière, Anjou, 1522-París, 1560). Después de Ronsard, es el poeta más importante de la Pléyade, admirado por la perfección formal de su obra. Su Defensa e ilustración de la lengua francesa expone los ideales estéticos de la Pléyade. Su primer poema importante es La oliva, que empezó a publicar en 1550. Vivió en Roma cuatro años y a su regreso a Francia publicó, en 1558, Las antigüedades de Roma, Los juegos rústicos y Las añoranzas, su obra maestra.

LEER otra traducción del poema en Zaidenwerg



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