viernes, 17 de julio de 2009

CABAÑA



Hubo sequía.

Y silencio después.
Ni rastro de plantas
ni restos de arboles
en el escenario reseco
de la planicie.
Nada más que la cabaña
de piedra floja
y un recuerdo agobiante.
Al techo de paja
lo arrancó
la furia de la sudestada.
Los marcos
de las puertas y ventanas
quedaron abiertos
a la desolación.
Hubo sequía.
En tiempos así
la camilla mortuoria
de la Administración
no tiene descanso.
Primero se llevó
el cuerpo consumido de la mujer
y al hijo desnudo que estaba a su lado
con la barriga hinchada
como si hubiese muerto de empacho.
Después al hombre
de ojos quietos
abiertos todavía.
¡Tan silenciosa es la tragedia
de la sequía en estas islas!

¡Ni gritos ni alarma,
solamente la pasividad de irse muriendo!
En la huerta de la cabaña
tres piedras juntas
tres piedras quemadas
que hace mucho no servían.
Y el aro de hierro del niño
con la vara puesta todavía.


Jorge Barbosa

(Traducción de Santiago Kovadloff)

Jorge Barbosa. Poeta africano. Escribe en portugués. Nació en Cabo Verde en 1902. Es autor de Archipiélago, Ambiente y Cuaderno de un isleño. Falleció en Lisboa en 1973.


No hay comentarios:

Publicar un comentario