martes, 21 de julio de 2009

UNA DEDICATORIA A MI MUJER





















A quién debo yo el deleite que salta
y aviva mis sentidos cuando despertamos
y el ritmo que gobierna el reposo de nuestro dormir, el respirar a unísono

de amantes cuyos cuerpos huelen el uno al otro
que piensan los mismos pensamientos sin necesidad de lenguaje
y balbucean el mismo lenguaje sin necesidad de significado.

Ningún maligno viento invernal congelará
ningún torvo sol tropical marchitará
las rosas de la rosaleda que es nuestra y sólo nuestra

pero esta dedicatoria es para que la lean los demás:
éstas son palabras privadas que te dirijo en público.



T.S.Eliot (E.E.U.U., Saint Louis, 1888 - Londres, 1965)

(Traducción de José María Valverde)

A Dedication to my Wife

To whom I owe the leaping delight
That quickens my senses in our wakingtime
And the rhythm that governs the repose of our sleepingtime,
The breathing in unison

Of lovers whose bodies smell of each other
Who think the same thoughts without need of speech
And babble the same speech without need of meaning.

No peevish winter wind shall chill
No sullen tropic sun shall wither
The roses in the rose-garden which is ours and ours only
But this dedication is for others to read:
These are private words addressed to you in public.



IMAGEN: T.S. Eliot y Valerie Eliot.





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