domingo, 30 de agosto de 2009

Cuando miro las hojas...






Cuando miro las hojas caer
y rodar sobre las piedras,
arrastradas —como por el pintor
que da en su cuadro la última pincelada—,

pienso que (ya a nadie le gusta
mi semblante, mi aspecto pensativo),
descaradamente oxidada y amarilla,
una hoja en la rama quedó olvidada.


Octubre de 1936
Marina Tsvietáieva


(Versión de Severo Sarduy,
de la traducción de Lola Díaz;
Hiperión, Madrid, 1996)
Когда я гляжу на летящие листья,
Слетающие на булыжный торец,
Сметаемые — как художника кистью,
Картину кончающего наконец,

Я думаю (уж никому не по нраву
Ни стан мой, ни весь мой задумчивый вид),
Что явственно желтый, решительно ржавый
Один такой лист на вершине — забыт.

20-е числа октября 1936

Marina Tsvietáieva. Poeta rusa (Moscú, 1892 -Yelábuga, cerca de Kazán, 1941). Creció en el seno de una familia acomodada. Precoz, publicó su primera obra, Álbum vespertino, a los dieciocho años. A esta obra siguieron Linterna mágica, De dos libros, Verstas, El campamento de los cisnes y, posteriormente, sus obras de madurez: Rey-doncella, Versos a Blok, La separación, El oficio y Un espíritu prisionero, entre otras, que le convirtieron en una de las cimas de la literatura de este siglo. Después de veinte años de exilio regresó a Rusia, donde fue víctima de persecución por parte del régimen estalinista: el marido fue fusilado, su hija y su hermana deportadas a un campo de concentración. Tsvietáieva se suicidó a los 48 años, al comienzo de la invasión nazi a la Unión Soviética.

Más poemas en A media voz.



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