¿Cómo entierras a un poeta?
Seguramente no
cómo enterraron a Baudelaire
mezclado con sus padres
como un niño muerto.
Se extiende hasta la asquerosa ironía
el comentario de Pasternak
sobre que los poetas deberían permanecer niños.
¿Realmente quieren los poetas
canjear el persistente sabor
de la experiencia
por unos ojos inocentes?
Hay algo
repulsivo
en un vacío y fresco
rostro adulto.
Esos rostros infantiles
pueden ser vistos en uniforme
o con un pie
sobre un tigre masacrado.
Son capaces
de cualquier cosa
o una larga canción de cuna
de nada.
Quiero exhumar a Baudelaire
y darle su propio
magnífico sepulcro.
A un costado,
un arqueado gato de ébano.
Al otro,
un burlón páncreas de mármol
negro.
Ningún poeta
vivo o muerto
debería pudrirse
con sus padres.
Dorothy Porter
(Traducción de Carolina Contino)
CHARLES BAUDELAIRE’S GRAVEHow do you bury a poet?
Surely not
how they buried Baudelaire
thrown in with his parents
like an infant death.
It stretches
to a ghastly irony
Pasternak’s remark
that poets should remain
children.
Do poets really want to trade
the lingering savour
of experience
for guileless eyes?
There’s something
repulsive
about an empty fresh
adult face.
Such baby faces
can be seen in uniform
or with a foot
on a slaughtered tiger.
They can be capable
of anything
or a long lullaby
of nothing.
I want to exhume Baudelaire
and give him his own
magnificent mercurial vault.
From one angle
an arching ebony cat.
From another
sneering black marble
spleen.
No poet
dead or alive
should rot
with their parents.
Dorothy Porter. Escritora australiana. Nació en Sydney, Australia, en 1954 y murió en 2008.Ha sido una de las más populares y leídas poetas australianas. Publicó siete poemarios, entre ellos: Akenatón (1992), y Creta (1996), varias novelas (algunas de ellas, para niños) y dos libretos de Opera. Con la novela La máscara del mono de 1994, obtuvo diversos premios. Fue incluida en la Antología de Poesía Contemporánea de Australia, editada por Trilce Editores, Bogotá, 1997.
un gran abrazo. Gracias por compartir esto en tu blog. Vaya fortuna encontrarlo...
ResponderEliminarGracias, Jonathan, por la visita. Y un abrazo para vos también.
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