miércoles, 7 de abril de 2010

Fragmento 31















Me parece que igual a los dioses
ese hombre que sentado
frente a ti, absorto escucha 
tu dulce voz

y tu risa adorable. En cambio,
en mi pecho el corazón se estremece.
Apenas te miro,
me quedo sin habla.

La lengua se me inmoviliza, 
un incendio corre bajo mi piel,
no ven ya mis ojos
y zumban mis oídos,

me invade un sudor frío, un temblor
se apodera de todo mi cuerpo 
y tan pálida como el nácar 
no muy lejana de la muerte
me parece que estoy.

Pero todo merece soportarse 
cuando es así.



Safo (Lesbos, actual Grecia, s. VII a.C.-id., s. VI a.C.)


(Versión libre: Marcelo Leites)


Frag. 31
φαίνεταί μοι κῆνος ἴσος θέοισιν
ἔμμεν' ὤνηρ, ὄττις ἐνάντιός τοι
ἰσδάνει καὶ πλάσιον ἆδυ φωνεί-
σας ὐπακούει
καὶ γελαίσας ἰμέροεν, τό μ' ἦ μὰν
καρδίαν ἐν στήθεσιν ἐπτόαισεν,
ὠς γὰρ ἔς σ' ἴδω βρόχε' ὤς με φώναισ'
οὐδ' ἒν ἔτ' εἴκει,
ἀλλ' ἄκαν μὲν γλῶσσα ἔαγε λέπτον
δ' αὔτικα χρῶι πῦρ ὐπαδεδρόμηκεν,
ὀππάτεσσι δ' οὐδ' ἒν ὄρημμ', ἐπιρρόμ-
βεισι δ' ἄκουαι, �
έκαδε μ' ἴδρως ψῦχρος κακχέεται τρόμος δὲ
παῖσαν ἄγρει, χλωροτέρα δὲ ποίας
ἔμμι, τεθνάκην δ' ὀλίγω 'πιδεύης
φαίνομ' ἔμ' αὔται·
ἀλλὰ πὰν τόλματον ἐπεὶ καὶ πένητα�


IMAGEN: Safo besando a una de sus discípulas.




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