sábado, 15 de mayo de 2010

Donde la música termina

En memoria de Miles Davis

Nos abrazamos a la memoria de esto,
mantenemos la trayectoria del vuelo
en nuestras mentes
y fijamos un punto en medio del cielo
esa resonancia en el espacio
más allá de nuestros oídos, el
hueso expandido que incluye
lo que casi se está yendo
la lírica
la canción
el llamado
a las zonas del canto

El espacio
es necesario
para la escala dodecafónica,
la estepa extendida
la cuerda el modo la nota
cuyas armonías
lanzan collares de colores
para rodear el nido del dios sol

La velocidad, también, deslumbrará
como kas y tes y qués inconfundiblemente distantes

Círculos de cuatros,
círculos de cincos
aumentan, disminuyen
hasta la última
delgada
lengüeta.

Lo que queda es el eco
cromático, ilusorio,
demasiado frío
en el reflejo radiante
sus preguntas.


Patti O' Donnell (Poeta contemporánea de San Diego, E.E.U.U.).

(Versión: Jesús Sepúlveda)
Where the music ends

In memory of Miles Davis

Wo hug to ourselves the memory of it,
keep the flight path
in our minds
and fix a point minds
and fix a point mid-heaven
that sounds in space
beyond our ears, the
bone expanded to include
what's almost getting out of it--
the lyric
the song
the summons
to the singing places
Space
is necessary
to the twelve-tone scale,
the steppes
stretch open
the chord
the mode
the note
whose harmonies
throw colored hoops
to ring the sun god's nest.
Speed, too, will dazzle
like ks-and-ts-and qs distinctly distant,
Circles of fours,
circles of fives
augment, disminish
to the last
thin
reed.
What's left is the echo
chromatic
illusive
so cold
in reflective radlance
its questions.



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