domingo, 17 de abril de 2011

PAISAJE VIII

















Los recuerdos comienzan al anochecer
bajo el soplo del viento a levantar el rostro
y a oír la voz del río. El agua
es igual, en la sombra, a la de los años muertos.
En el silencio de la sombra sube un chapoteo
en el que pasan voces y risas remotas;
al rumor lo acompaña un color vano
que es de sol, de riberas y de miradas claras.
Un verano de voces. Cada rostro contiene
como un fruto maduro un sabor que se ha ido.
Cada mirar que vuelve conserva un gusto
a hierba y cosas impregnadas de sol cuando anochece
sobre la playa. Conserva un hálito de mar.
Como un nocturno mar es esta sombra vaga
de ansiedades y temblores antiguos, que el cielo roza
y vuelve en cada anochecer. Las voces muertas
se parecen a ese mar estrellándose.




Cesare Pavese (Italia, San Stefano Belbo, 1908-Turín, 1950)



(Traducción: Horacio Armani)

PAESAGGIO VIII

I ricordi cominciano nella sera / sotto il fiato dell vento a levare il volto / e ascoltare la voce del fiume. L'acqua / è la stessa, nel buio, degli anni morti.
Nel silenzio del buio sale uno sciacquo / dove passano voci e risa remote; / s'accompagna al brusío un colore vano / che é di solé, di rive e di sguardi chiari. / Un'estate di voci. Ogni viso contiene / come un frutto maturo un sapore andato.
Ogni occhiata che torna, conserva un gusto / di erba e cose impregnate di sole a sera / suilla spiaggia. Conserva un fiato di mare. / Come un mare notturno é quest'ombra vaga / die ansie e brividi antichi, che il cielo sfiora / e ogni sera ritorna. Le voci morte / assomigliano al frangersi di quel mare,




IMAGEN: Río Po, en Turín (Italia).




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