Después de un gran dolor, uno se hace formal
Los Nervios se apoltronan, como Tumbas -
El Corazón ya tieso se pregunta
Si fue Él quien lo pudo soportar,
Si fue Ayer o hace Siglos.
Los Pies, igual a autómatas, recorren -
En el Suelo, en el Aire, en el Vacío -
Un sendero de Bosque
Que ha nacido al descuido,
Resignación de Cuarzo, como piedra -
Es la Hora del Plomo
-Si se la sobrevive, es recordada
Como quien soportó Nieves glaciales
-Frío -al principio- luego Aturdimiento
-Después dejarse ir -
Emily Dickinson (E.E.U.U., Amherst, Massachusetts, en 1830)
(Traducción de Ricardo H. Herrera)
Siempre me gustó este poema, que leí antes traducido por Silvina Ocampo. Esta versión es muy, muy linda.
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