I
La casa brilla de ausencias, no suena ni voz ni ruido
menuda pena arrastra la escoba cuando de limpiar se trata
nada hay en tu sitio
desanda soledad la bruma de unos ojos en la ventana
en pasado cada verbo desde hoy
una mujer cerca de la montaña tentará las manos en el piano
otra observará un péndulo de acero
en el otro barrio, marcela se fuma infinitas marihuanas
otra deshoja una tarde en libretas de almacén
ludmila acarrea voces en una caja tecnológica
la rubia fuma en la ruta 23
todas escriben
yo
paso la escoba.
V
Hoy los pájaros no se contentan con cantar
quieren hacer crecer palabras
eso de la sencillez franciscana de los pájaros es una mentira
la vanidad de las calandrias es conocida
esos gorriones que ocupan el alero de mi casa son la prueba
los pájaros son sabios
distinguen con facilidad el fondo del mar el fondo de la tierra
el fondo del aire
a veces chocan contra el vidrio
pero es por eso
de hacer crecer palabras
ellos si saben leer estas ventanas.
(Llanto de mudo, 2007)
Liliana Campazzo (1959, Buenos Aires-Vive en Río Negro desde 1976)
IMAGEN: Calandrias.
No la conocía, una grata sorpresa, tengo que leer más de ella
ResponderEliminarMañana suben otros poemas de su último libro. Abrazo.
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