El ruido del motor te aturde
¿Vas a subir al auto?
¿A esgrimir movilidad cuando el aire que choca contra los árboles
se ha detenido y la violencia de las flores permanece encerrada
en un cuadro amarillo como el color de las enfermedades
mortales?
Otra vez vas a subir y a escuchar los alegatos a favor o en
contra de la belleza y de sus formas
y de los que llevan sus formas hasta el límite
el sonido de las gomas apretadas contra el piso
Vas a perder la noción del tiempo
ahora que el tiroteo -después del odio y de la fiebre- parece
haber cedido
Rebajes a ciento veinte kilómetros por hora
pájaros volando directo al parabrisas
y el resplandor que cae sobre el pavimento mojado y los
campos al costado de la ruta
Nada más, complejidades del bien
y del mal
CONTINUUM
Bajo el discreto encanto de la pantalla japonesa
de la cocina escribo
la lista del supermercado
Trastos fundamentales meciéndose
en series interminables
Por la ventana dos hombres de pelo recortado hablan
y una multitud se detiene frente a la arenga
¡Convertíos antes de que la humedad
baje por los azulejos del templo!
La lengua sagrada de Wagner y siete metros de cintas
para atar mis manos
Limpio las costras de la fuente
Sonrío
Él todavía era joven y bello.
Silvia Camerotto (Lomas de Zamora, Provincia de Buenos Aires, Argentina, 1959)
mil gracias, marcelo. abrazo grande
ResponderEliminarUn placer querida Silvia. abrazo fuerte.
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