Guarda eternos susurros alrededor
de desoladas playas, y con su
poderoso oleaje
sacia dos veces diez mil Grutas,
hasta que el hechizo
de Hécate las abandona con su
sonido sombrío.
A menudo es tan suave su temperamento,
que un pequeño caracol apenas
se moverá por días desde el lugar
en que alguna vez cayó
cuando al final los vientos del Cielo
se desaten.
¡Oh tú! que tienes las pupilas
irritadas y cansadas,
deléitalas con la amplitud del Mar;
¡Oh tú! que tus oídos se alimentan
del estrépito del tosco tumulto,
o con demasiadas melodías empalagosas
siéntate cerca de la boca
de alguna antigua Gruta y medita,
hasta que te estremezcas, ¡como
si las ninfas del mar cantaran!
John Keats (Inglaterra, Londres, 1795-Italia, Roma, 1821)
(Versión: Marina Kohon)
On the Sea
It keeps eternal whisperings around
Desolate shores, and with its mighty swell
Gluts twice ten thousand Caverns, till the spell
Of Hecate leaves them their old shadowy sound.
Often 'tis in such gentle temper found,
That scarcely will the very smallest shell
Be moved for days from where it sometime fell.
When last the winds of Heaven were unbound.
Oh, ye! who have your eyeballs vexed and tired,
Feast them upon the wideness of the Sea;
Oh ye! whose ears are dinned with uproar rude,
Or fed too much with cloying melody
Sit ye near some old Cavern's Mouth and brood,
Until ye start, as if the sea nymphs quired!
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