martes, 17 de febrero de 2015

temprano en el aire



4-

siempre la muerte 
es un gesto ridículo

pienso en delmira agustini 
la imagen del cuerpo 
atravesado

sobre el corazón 
la herida

tendida ahora
en la cama del marido

de la mano de él 
muertos los dos

la desnudez expuesta 
como nunca

encendida
por la pasión
a los veintitantos años

una fotografía 
clausura la palabra 
las metáforas 
el cuerpo perdido 
en ese gesto

ya no se leen los poemas
dispuestos
para los cirujanos



7-

sobre el vestido negro 
en la fotografía 
la flor del hibiscus 
reúne toda la luz 
en su naranja intenso

enorme
abierta como un ojo
en la sombra húmeda

la mujer corta la flor
para mí 
-no puedo detenerla-

sólo quería
mirarla
sobre el follaje oscuro
en la pared de ladrillos

soñar
que ilumina la noche
en el silencio de tres siglos
de la casa

encendida 
en el patio de tierra

su nombre de flor 
sobre mi memoria

la abuela
lo decía casi en secreto 
como si no quisiera develar 
su presencia:
rosa china
en el jardín de entonces

las palabras
encontradas en la infancia
densas
como objetos
que pesan en las manos
que huelen

era lo exótico:
plumas de pavo real
porcelanas
seda roja
sobre seda negra

cinco pétalos
naranja
como una palma

en la fotografía
la flor que cortó la mujer
sin darme tiempo
para decirle
que no es nada

una imagen 
atravesó los años 
como fuego

la rosa china 
ilumina el patio irreal 
de la abuela 
que sale a cubrirla
con delicadeza 
contra la helada 
en el invierno que vuelve



16-

temprano
en el aire 
junto jazmines 
como si bordara o escribiera


uno a uno
en un vaso de barro


hay que dejarlos secar
para hacer té
cosecharlos
antes de que caigan
a la tierra

perfumo mi mano
que va
entre las hojas amante

el día se detiene 
en este acto 
dispuesto para vos 
pero no ves

demoro el trabajo 
del amarillo 
y el mío

la gata huele alrededor 
la mañana 
que no conoce

espirales que hilvanan 
los jazmines 
mientras caen
y todo contiene la respiración 
para que no se apague 
la minúscula luz 
la agitación
blanca
del viento

todo contiene la respiración 
menos mi mano 
que borda o escribe 
entre las hojas

deja que el tiempo haga su parte

como si cada cosa 
fuera sólo perfume 
-y qué más hace falta-

digo el ritmo
de las silabas de idea
co-mo-un-jaz-mín-li-via-no

pétalos de mi voz 
apenas sostenida 
antes de deshacerse 
que-cae-cae-cae



Laura Forchetti (Cnel.Dorrego, Prov. de Buenos Aires, 1964)



IMAGEN: La poeta uruguaya Delmira Agustini.




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