martes, 4 de octubre de 2016

LA DIFICULTAD DE DESCRIBIR UN COLOR




Si dijese -al recordar en verano
la mancha roja de un cardenal
sobre la madera pelada y el gris del invierno-

Si dijese -la cinta roja del sombrero de paja
de la niña a punto de besar
a su perro faldero, mientras lo acuna
en el cuadro de Renoir-

Si dijese fuego, si dijese sangre que mana de un corte-
O salpicaduras de amapola en el aire alquitranado del verano
en una ladera que acota el viento a las afueras de Fano-

Si dijese, el pediente rojo en su lóbulo sedoso del que tira
cuando echa las cartas con una baraja de hojas caídas
hasta que salga la que quiere-

Pezón rosáceo, boca-

(¿Cómo no amar a una mujer
que te hace trampa con el tarot?)

Rojo, dije. De repente, rojo.



Robert Hass


(Traducción: Jaime Priede)

THE PROBLEM OF DESCRIBING COLOR

If I said – remembering in summer, 
The cardinal’s sudden smudge of red 
In the bare gray winter woods – 

If I said, red ribbon on the cocked straw hat 
Of the girl with pooched-out lips 
Dangling a wiry lapdog 
In the painting by Renoir – 

If I said fire, if I said blood welling from a cut – 

Or flecks of poppy in the tar-grass scented summer air 
On a wind-struck hillside outside Fano – 

If I said, her one red earring tugging at her silky lobe, 

If she tells fortunes with a deck of fallen leaves 
Until it comes out right – 

Rouged nipple, mouth – 

(How could you not love a woman 
Who cheats at the Tarot?) 

Red, I said. Sudden, red.





IMAGEN: El río Yangtze, que atraviesa la ciudad del mismo nombre en el suroeste de China, se tiñó misteriosamente de un color naranja-rojo brillante o rojo sangre (09/2012). 




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