lunes, 13 de marzo de 2017

LLUVIAS





















FUERTE


En la extremísima quietud del sueño,
como piedras, los durmientes imaginan
que la tormenta lo que hace no es caer:
es galopar hacia adelante en frenesí.
Tronarles órdenes a sus caballos
que si no fuera por las riendas
elegirían desbocarse poniendo como excusa
la aterradora iluminación electrizada




CERTEZA

No tengo idea dónde estoy;
perdí toda referencia. Lo único
que te puedo decir es que el rectángulo
de esta ventana apiña árboles
entre los que distingo una palmera,
una magnolia y varios tipos de coníferas,
y que todos se están balanceando con las ramas hinchadas
mientras emiten un uuuuuuu bastante agudo
incentivado por un espeso viento: lo único
que te puedo decir es que se viene
y que voy a ver llover en algún lado.




PACTO

La noción de que Popeye coma espinaca

siempre al límite, cuando ya no da más
y lo van a vencer, incluso salpicado
por unas cuantas gotas de ponzoñosa humillación,
que una querría limpiar
y esconder ante Olivia y ante el niño que admira,
igual que se repasa la mesada a cada rato
de migas, recurrentes almíbares, hasta hormigas a veces,
y todo se resuelva con ese ¡ting! del músculo
que responde en el acto (¿por dónde fue la fuerza,
por la sangre? ¡qué rápido llegó!), esa noción, pensaba,
en diversos momentos de la vida
se vuelve irrefutable.
(Huecos)



(De: Lluvias)
Laura Wittner (Buenos Aires, 1967)



IMAGEN:  Beneath Violent Rains, pintura de Jeremy Mann.





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