Habría que nacer riendo a carcajadas
como hilo de fe, como costumbre.
Pero amor y dolor es lo que expulsa.
Curioso, la gana del llanto primero,
"que grite, que llore, que respire de una vez",
y el alivio, así. Curioso, la palmada en la nalga.
Y luego chupar, prenderse, y el hambre: la necesidad.
Saciados o no, a dormir
se ha dicho.
La mañana y la noche,
asombro por lo que hace la luz con uno.
Y el despertar y el moverse;
crecer, dormir.
El cielo es otro mundo. La calle
es otro mundo. El otro
es otro.
La risa llega después. Como
alegría o canto.
La burla llega después, y
es puro rictus, pura alegoría.
Hay dicha entre la pena y la nada,
entre el sonido y la furia, la duda, el estertor.
Gracia y piedad. Sí,
como reír a carcajadas.
Irene Gruss (Buenos Aires, Argentina, 1950-2018)
Sigo leyendo siempre, aunque no siempre comente. Gracias por estos días de Gruss.
ResponderEliminarQué bueno saberlo. Y sí, Gruss es imbatible. Un abrazo.
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