sábado, 28 de diciembre de 2019

DE PIEDAD VINE A SENTIR (II)







































He viajado

Su voz suena con el mismo tono de quien dice yo amé,
o no amaré más, toqué esas piedras del siglo IV a. C., soplé su nuca,
caminé la ciudad entera amurallada en defensa de un aljibe
semejante al tener, amurallado, aquí estuve, no estaré más,
he vivido, una certeza tan ambigua o improbable, ¿de verdad
has estado allí o acá, de verdad has amado?
Y ahora suspira y deja ir
el aire, el humo del cigarro, cree o finge estar seguro,
y con el mismo tono dice que ha vuelto, que ha llegado, que trajo
                                                                                         /regalos para todos.



Rara cópula

Podría amar a ese hombre, cómo no,
dulcemente atenazarlo en mis rodillas
y no parar hasta que los ojos de él me mirasen
la primera vez en su vida, con asombro
o, más bien, consternación de sí mismo
pero es el subjuntivo lo que priva,
y esa su mirada en otra parte, en un mundo convexo
donde no caben cuencos sino
ese cántaro que tanto iba a la fuente que, cómo no,
la fuente se ha secado
y es una rara cópula que une y desune, rompe
con lo real lo imaginado,
¿cómo no?



Por amor o por piedad

Atrae la oscuridad de esa sala,
huele a libros viejos, a pesar de la pintura fresca
también oscura. Hay una hendija
clara que viene de un más allá, de un pasado,
el resto es pensamiento malsano, una especie de dolor aferrado
a las paredes, a ese sillón donde el que ahí se sienta ha muerto
hace tiempo, habla para sí o para nadie,
no convida a quedarse.
Atrae porque no me deja ir; sigue y sigue;
no me deja ir; de piedad
vine yo a sentir como quien muere;
y caí, como cuerpo muerto cae, en español, dijo.
Y caí por amor o por piedad.
  
*El texto en cursiva pertenece a Dante.


Notas de memoria

Este silencio en el jardín, casi noche.
Cantabas, ¿te acuerdas?
Eras con el rocío, sin nada que nombrar.
Saciada; el amor lejos,
lejos. Pero saciada.
Escucha ahora, como si este silencio fuese ayer, y
¿oyes?, por fin ahora,
cantaras.



Irene Gruss


Irene Gruss (Buenos Aires, Argentina, 1950 – Id. 2018). Cursó estudios universitarios, de manera incompleta, de Medicina (Universidad de La Plata), Biología (UBA) y Letras (UBA). Desde los 8 hasta los 21 años participó en coros bajo la dirección del maestro Antonio Russo e intentó canto individual supervisada por Susana Naidich, pero fracasó o, más bien, opuso la música a la escritura. Formó parte del grupo de poetas que fundó, a comienzos de los años 1970, el taller «Mario Jorge De Lellis», desde el que actuó un movimiento que significó a la vez la continuación y el replanteo del coloquialismo que animó la poesía de los 60, junto a escritores como Lucina Alvarez, Rubén Reches, Marcelo Cohen, Daniel Freidemberg, Jorge Aulicino, Alicia Genovese, Leonor García Hernando. Integró las redacciones de las revistas literarias “ El escarabajo de oro ”, “ El ornitorrinco ”, “ El juguete rabioso ”, así como colaboró en distintas publicaciones como “ El lagrimal trifulca ”, de Rosario, “ Crisis ”, “ Diario de Poesía ”, “ La danza del ratón ”, “ Latido ” y otras. Poemas suyos fueron publicados también en distintos medios como “ La opinión ”, “ Tiempo argentino ”, “ Clarín ”, “ La Nación ”, “ La Capital ” de Rosario, y otros en Tucumán, Santa Fe, San Luis, Chubut, Neuquén.Han sido traducidos poemas de su autoría a los idiomas francés, inglés, ruso, croato, portugués, italiano y sueco. En 1981, participó en el libro conjunto “ Lugar Común ”, Ed. El escarabajo de Oro, con prólogo de Santiago Kovadloff. Publicó “ La luz en la ventana ”, Ed. El escarabajo de oro, 1982; “ El mundo incompleto ”, Ed. Libros de Tierra Firme, 1987; “ La calma ”, Ed. Libros de Tierra Firme, 1991; “ Sobre el asma ”, edición de la autora, 1995; “ Solo de contralto ”, Ed. Galerna, 1998, “ En el brillo de uno en el vidrio de uno ”, Ed. La Bohemia, 2000; "La dicha" (2004), "La mitad de la verdad", obra reunida, Bajo la luna, 2008, La pared, 2012; Entre la pena y la nada, Ed. del Dock, 2015;  Piezas mínimas (2017) y De piedad vine a sentir, póstumo, >Ed. en danza, 2019, del que fueron tomados los poemas publicados. En su carácter de compiladora, realizó la antología "Poetas argentinas (1940-1960)", en 2006.  Recibió, en 1975, el Primer Premio a obra inédita otorgado por la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires y, en 1986, el primer premio en el concurso organizado por la Biblioteca Cornelio Saavedra y auspiciado por Eveready. Ha coordinado talleres de poesía desde 1986 hasta 1994. Su otro oficio fue la corrección, a lo que se dedicó en forma paralela a la escritura y como modo de subsistencia. Falleció repentinamente en diciembre de 2018.




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