Trevor Wishart
El músico inglés TREVOR
WISHART (*) escribió “Sobre el arte Sonoro” (Trad. Graciela Beatriz Forte, Ed.
Univ.Nac. de Quilmes,, en el que plasma
teoría, composición y experimentación informática.
Por Esteban Ierardo (**).
Fuente: Revista Ñ, 18 de abril de 2020.
La música fascina, es lenguaje
universal y, a la vez, la diversidad inherente a las composiciones particulares
de cada cultura. Pero los distintos flujos musicales son primero la combinación
múltiple de los sonidos. Para algunas mitologías, el sonido, incluso, es el
comienzo de la existencia, fuente de la vida, como el om hinduista. Su fuerza
sedujo a Nietzsche y Schopenhauer, o a músicos como el Adrian Leverkühn del
Doctor Faustus, de Thomas Mann. Y el sonido como vía de exploración artística y
filosófica es lo que se enfatiza en Sobre el arte sonoro, de Trevor Wishart
(Universidad Nacional de Quilines). Wishart es un compositor inglés (Leeds,
1946), creador de diversas herramientas de software para la generación de
música por computadoras y para la investigación experimental en una fuerte
relación con la voz humana. Ello lo proyectó a un lugar prominente en la
vanguardia de la experimentación sonora.
Wishart propone superar los
límites de la música encerrada en el paradigma de la altura y la duración. Esta
superación es a través del gesto musical que desborda la notación musical; es
decir, la notación que ordena y limita la sonoridad posible y hace que los
sonidos solo surjan desde los instrumentos convencionales.
El gesto supera Los sonidos
conocidos. Y la voz es un terreno fértil para ensayar otras gestualidades
musicales porque en “la música vocal, en la que no existe un intermediario
mecánico construido socialmente -y sobre todo, en la que la práctica
interpretativa no está dominada por un sistema teórico basado en la notación-,
es el medio más sensible para transmitir información gestual”. Lo gestual
asegura la generación de sonidos fuera de la escritura o notación musical; una
gimnasia expansiva de la audición. Por eso “una de las características importantes
de este libro será sugerir medios para incluir las estructuras gestuales”. Para
eso, ensaya una creativa fenomenología del sonido a través de Pitágoras,
Fourier y Helmholtz; o investiga la percepción del espacio, los paisajes
sonoros, y los modelos sonoros para trascender los instrumentos.
La elaboración teórica del libro
de Wishart es indisociable de la experimentación con la voz y el sonido que el
autor acomete en, por ejemplo, Vox Cicle, de 1990, entramado electroacústico
que extiende las técnicas vocales. La idea seminal de este álbum surgió con Lo
crudo y lo cocido de Lévi-Strauss. Tongues of fire, de 1994, fue
realizado con una computadora casera usando un software desarrollado por
Wishart y el Composers Desktop Project. O en Globalalia, Wishart crea una pieza
en la que se mezclan voces de 26 idiomas; tipos silábicos distintos que se metamorfosean
en sonidos diversos. También en Red birds, 1992, fluyen los sonidos de
aves, respiración de animales, o sonidos de fábrica, ganchos, relojes.
Las posibilidades alternativas de
expresión de los sonidos podrían parecer algo disociado de una crítica del
control social. Pero Wishart reflexiona sobre aquellos que vieron los peligros
del sonido no controlable dentro del orden social, y que por tanto bregaron por
reducir la fuerza sonora a lo que pudiera ser entendido mediante lo
verbalizable. Platón y Confucio “aconsejaron que fueran adoptadas
exclusivamente aquellas formas musicales que respondían a un orden que podía
explicarse de una u otra manera con palabras”.
El arte sonoro así no se enjaula
en sus juegos experimentales, sino que, visto en todo su rango posible,
evidencia otra forma de combinación sonora; es decir otras formas del ser que
siempre cuestionan el orden cerrado, asfixiante y monocorde.
(**) Esteban Ierardo es
licenciado en Filosofía por la Universidad de Buenos Aires. Filósofo, escritor,
docente. Autor de diversos libros de ensayos, entre otros libros.
(*)Trevor Wishart (Leeds, Reino Unido, 1946). Compositor inglés
residente en York, ampliamente reconocido por su contribución en el campo de la
composición con medios sonoros digitales, tanto mezclados como interactivos.
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