jueves, 18 de noviembre de 2021

A TUS PIES


 













POR MÉMOIRE
 
No me toques
este recuerdo.
No preguntes al respecto
que me vuelvo madre-leona
o piedra-viga lívida
erecta
en el césped
 muy bien cortado.
Estos son los rostros de mi furia.
Bajo la ventana mojada
pasan paraguas
en la horizontal,
como en Cherburgo,
pero no era este
el nombre.
Nostalgia en pedazos,
estación de vidrio.
Agua.
Las cartas
no mienten
jamás:
vendrá a verte de nuevo
un hombre de otro continente.
No me toques,
fue mi cortante respuesta
sin palabras
que se digan
al oído
en un murmullo.
Y no quiso saber más
la otra, que soy yo,
en el espejo de enfrente.
Ella instruyó:
deja la nostalgia en reposo
(en estación de aguas)
cuidando
de ese objeto claro
y sin nombre.      



Guantes de cabritilla
 
 
Digamos que un día notaras que tu
único gran amor era una falacia, un
                                          estremecimiento
sin razón Digamos que notaras que un
40 % de alcohol apenas te garantizaba emoción
concentrada como sopa Knorr, arriesgando
una llamada internacional que da margen a sudores
contrariando al I Ching que manda a que me
calle, o diga poco, o por lo menos, respete ese
silencio.

(De: Antología poética,
Ed. Planeta venezolana,
1989)
 Ana Cristina Cesar (Brasil:Río de Janeiro, 1952-Id.1983)
(Traducción: Alicia Torres)

 

POUR MÉMORIE


Não me toques
nesta lembrança.
Não perguntes a respeito
que viro mãe-leoa
ou Pedra- lage lívida
ereta
na grama
moito bem-feita.
estas são as faces da minha fúria,
sob a janela molhada
passam guarda-chuvas
na horizontal,
como em Cherbourg,  
mas não era este
o nome.
Saudade em pedaços,
estação de vidro.
Agua.
As cartas não mentem
jamais:
virá ver-te outra vez
um homem de outro continente.
não  me toques,
foi minha cortante resposta
sem palavras
que se digam
dentro do ouvido
num murmúrio.
E mais não quer saber
a outra, que sou eu,
o espelho em frente.
Ella instrui:
deixa a saudade em repouso
(em estação de águas)
tomando conta
desse objeto claro
e sem nome.
 
 

Luvas de Pellica

Digamos que um dia você percebesse que o seu
 
único grande amor era uma falácia, um arrepio
sem razão. Digamos que você percebesse que
40% de álcool apenas te garantiam emoção
concentrada como sopa Knorr, arriscando o
telefonema internacional que dá margeens a
                                                                /suores
contrariando o I Ching que manda que eu me
cale, ou diga pouco, ou pelo menos respeite esse
silêncio.
 

 
Ana Cristina Cesar nació y creció en Rio de Janeiro, Zona Sur en 1952. Hacia 1968 pasó un año en Londres co­menzando así sus viajes. De vuelta en Brasil dio clases, tradujo y escribió para revistas y periódicos alternativos. En el 76 aparecen poemas suyos integrando la antología “26 poetas hoy” de Heloisa Buarque de Holanda. Publicó un trabajo de investigación sobre literatura y cine, hizo un maestrado en comunicación y lanzó sus primeros libros en ediciones independientes (Escenas de Abril y Correspon­dencia Completa). Luego, de vuelta a Inglaterra, obtuvo un Master of Arts en teoría y practica de la traducción li teraria en la Universidad de Essex. Allí publico Guantes de Cabritilla. Regresa a Río en 1981 y trabaja en periodis­mo en televisión, contratada por la Red Globo. Al ano si­guiente la Editora Brasiliense publica A tus pies, volumen que reúne poemas inéditos y sus publicaciones anteriores. Se suicidó el 29 de octubre de 1983. En 1985 aparece el libro Inéditos y Dispersos, una co­lección de poesía/prosa de Ana Cristina organizada por su amigo el poeta Armando Freitas Filho. Posteriormente se ha publicado en Brasil Escritos de Inglaterra, un libro que recoge los trabajos relativos a te­oría de la traducción literaria que Ana Cristina escribió durante su permanencia en Inglaterra.
 



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