viernes, 15 de abril de 2022

CUADERNO DEL ASOMBRO


 






1. ARTES DEL LÍMITE

 

Impulso
para Agustín
 
 
Irrumpía el mar en aquel aroma
azuladamente ágil de la voz
entre glicinas cuando la luz
dibujaba la lentitud del momento
en que cantan las campanas.
De tardecita podía oír
aquel clamor espiralándose
entre rumores cómplices
y sabores a lejanía
probada en patios de la infancia
donde leer la leyenda de la lluvia
cuando el ojo de agua
era una corola circundada por zarzales.
Un hueco húmedo y dulce
más allá de los sauces
con la acequia de gracia naciente
para bordear el enigma del destino
sobre la corteza de silencio
como si sólo existiera la línea del horizonte
y el humus aquel entre raíces:
una miríada de canales en tierra inimaginable
bajo la bóveda intermitentemente vegetal
y los umbrales del limo en la garganta.
 
 
 
Chinitas
para Marcelo
 
 

 

Alpargatas indelebles
entre cañas sobre el agua
que filtraban la entrada de la luz
en un galpón extendido
como el tiempo,
la casa acrecentada
por el recuerdo de otro río…
 
Te veo arrojar la línea
para el asombro
del bagre que sacarás
con tu anzuelo de felicidad
en la infancia:
con siestas largas
y moscas cazadas
entre los pliegues de una cortina
que cubría el vidrio de la puerta cancel,
donde leíamos
“La pequeña Lulú”
¡más de una vez!... ¡más de una vez!
 
Caminaste con tus chinitas
férreamente iguales
sobre el suelo donde la madre dijo
“él jamás habla mal de nadie”
mientras siento deseos de llorar
cerca del rostro agitado
y el ceño fruncido 
de quien a veces pescaba
con carnada artificial
haciendo que el aire chicharreara
con lanzaderas libres
en la calma de algún lago
y los torrentes caudalosos
del Norte con carayás:
entre alguaciles llamando la lluvia
que por fin lavaría la tierra,
luciérnagas y nubes de primavera,
con la creciente apurándonos
a abandonar la amenaza
de muerte en las sierras chicas
… ¿lo recordás?
 
Como ocurrió después
en momentos de salto exigido
como ocurrirá, tal vez,
cuando se rompa el tiempo
para que podamos ver 
que aprendimos a sostener
el oficio de morir en silencio, hermano,
con palabras insuficientes
para el consuelo
mientras cavamos el albergue
de este presente
en el que floto en tu lancha sobre el agua
 
planchada
planchada
planchada  
 
y la embarcación da una vuelta suave,
como de calesita y siento que ahora sí
alcanzamos la sortija
y decís que nuestro amigo poeta
te ha llamado “cultor de la amistad”
y alivia tu gravedad
porque es real la mañana
despojada de celo
de cara a unas escamas puntuales
totalmente limpias de veneno
que brillan todavía
como lentejuelas fabulosas
en los lomos de algún dorado
donde la vida se revela
más de una vez… más de una vez…


 
 
3. EL TAJAMAR
 
Carenaje
 
 

Todavía perdura el vaivén
de la pena en la suspensión
de un par alado de plumas
con su más allá 
de herrumbre en medio del rugido
de la tempestad y las faenas…
 
Sobre el encaje de la espuma
una bahía deja ver la vela antigua
de un barco despojado de hybris
para el rey del río:
su sed extinta 
entre mástiles que perfilan
el acantilado que va desde el Paraná
hasta los arrecifes de coral
en Trinidad donde habrá de nacer
la música del rocío
entre garzas blancas
que sobrevuelan la ribera.
 
Mientras una hilera de árboles
nombra "el fruto oscuro"
y descubre los frotamientos dulces
del fuego: las cenizas de la voz
que al cuaderno traen
el recuerdo de la sintonía
del ancla con las caracolas.
 
Solía escucharlos hablar
el idioma de las casuarinas
a propósito de la cercanía del mar
                                           en las mañanas…
 
 Del libro: Cuaderno del asombro
(Barnacle, 2022, envío de Alberto Cisnero)
 
Claudia Caisso
 


Claudia Caisso nació en Rosario, donde vivió. Doctora en Letras por la U.N.R. e Investigadora Independiente del Concejo de Investigaciones de dicha Universidad en cuya Facultad de Humanidades y Artes ha dictado seminarios de grado y postgrado sobre Literatura e Interculturalidad. Tiene publicados, entre otros libros: De vértigo, asombro y ensueño: ensayos sobre literatura latinoamericana (2005); Fiel de lides, poemas (2006); El tímpano de la epifanía, poemas (2009); Estudios de cultura y literatura latinoamericana (2014), Culturas literarias del Caribe (2015) y Cuaderno del asombro (2022). Falleció a comienzos de este año.
 



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