miércoles, 7 de septiembre de 2022

MATERIA ACRE (1974)

 










Expedición al Everest


Después de los siete mil metros la presión descendió 
y cada paso fue un suplicio; debíamos beber, 
beber sin descanso, sobre todo dominar la ira 
que se apodera de los hombres en inactividad.
El viento del oeste que viene de Pamir,
de los glaciares de Karakorum, del Dhaulagiri y el Anapurna, 

sopló toda la noche, y recogidos en las tiendas 
esperamos impacientes el amanecer.
La última jornada fue terrible: 
la sangre se espesaba en las piernas, 
los sherpas empezaban a desfallecer
y los tanques de oxígeno se agotaban sobre nuestras espaldas.
Al fin llegamos a la cima: vimos abajo 
las torres de Rongbuck y más allá las de Thyangboche, 
y al sacarnos las máscaras para respirar el aire diáfano 
el cielo estaba tan lejano como de costumbre.

(Del libro:Obra reunida,
La Comuna Ediciones,La Plata,
2020) 

Horacio Castillo
(Ensenada, Buenos Aires, 1934- La Plata, 2010)


IMAGEN: Fotografía de La montaña Everest -detalle- (sin créditos)


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