sábado, 26 de noviembre de 2022

LOS SONIDOS QUE DEAMBULAN EN NOSOTROS


Algo menos audible que lo audible

En las matas que el viento mueve como una cabellera, hay briznas sonoras que se ilusionan nostálgicamente con morar entre estos pastos sibilantes, arraigarse, volverse dignas algún día de una pizca de atención.




Una espera difícil

El silencio del atardecer. Del alba. Del perro y el gato que duermen juntos sobre el sofá. Del frío del invierno. De los rostros añosos de niños que caminan rumbo a la escuela bajo una luz desganada. El arco de mi vida se va cerrando. Y con él, el arduo horizonte de mis silencios.



El orden de la naturaleza

Los pájaros dejaron de alborotar en las ramas más altas. Las ranas esperan la medianoche en las cunetas anegadas. Llegan los sonidos atenuados del crepúsculo, como el picor en nuestras piernas. En este intervalo muerto, se abrió una herida de perturbado silencio. Mi curioso oído oye, en el umbral de la noche, la hora que solo a mí me pertenece.



(Del libro: Los sonidos
que deambulan en nosotros,
Barnacle, 2022,
Envío de Alberto Cisnero)


Diego Colomba (San Nicolás, Santa Fe, 1972)



Pueden LEER la biografía en una entrada anterior del autor (nota del administrador. 



 

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