domingo, 19 de mayo de 2024

EL ÚLTIMO BRINDIS


 















Bebo por la casa derruida,
Por la soledad, juntos,
Por esta maldita vida mía
Y por ti, bebo.
Por la mentira de la boca que me traicionó,
Por el frío de muerte en la mirada,
Porque es cruel y torpe el mundo,
Por aquello que Dios no salvara.

1934

Fragmento

Me pareció que las llamas de tus ojos
volarían conmigo hasta el alba.
No pude entender el color,
de tus ojos extraños.
Todo alrededor palpitaba.
Nunca supe si eras mi enemigo, o mi amigo,
y si ahora era invierno o verano.

21 de junio de 1959 Moscú


Aunque la tierra no sea entrañable
Aunque la tierra no sea entrañable,
es inolvidable para siempre,
y el agua del mar
tiernamente helada y dulce.
La arena del fondo es más blanca que la cal,
el aire embriaga como el vino,
y el cuerpo rosado de los pinos
se desnuda a la hora del crepúsculo.
Y el mismo crepúsculo en las ondas del espacio
es tal, que no distingo si es
el final del día o el final del mundo,
o acaso el misterio de los misterios en mí nuevamente.

1964

(Tomados de la página Fundación Esteros, Uruguay,
sin mención del traductor).
Anna Ajmátova

Anna Andréievna Gorenko nació en 1889 en un pueblo cercano a Odessa
En 1966 Anna muere de un infarto en un sanatorio de las afueras de Moscú.

Pueden leer el resto de su biografía y más poemas en entradas anteriores 
de la autora. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario