A morte é a curva da strada,morrer é só não ser visto.F. Pessoa
Hay una flor que se entrega a la luna
y no pide permiso para morir.
Esa luna que hoy es una herida
una boca de lobo extraviada,
sonrisa horizontal
que nos descubre
hermanas en la sombra.
¡Yo me quedo en la luna! Exclamé
pero el coche ya estaba en otra curva.
Con la tormenta
los álamos se mecían alborotados
(restos de animales putrefactos
bosque y mar
espigones se perdían en el agua)
Había risas y palabras
impronunciables.
Escucha: la mañana llegará
con su inmensa plenitud
y tú seguirás
(rememorando o fantaseando)
olvidándote de respirar
el aire nuevo que se te ofrece
como una amapola
Algo se aquieta sobre el andamiaje
se afloja
la eficiencia del cuerpo
interludios de llamadas
hacen eco
a los últimos
espasmos
del martillo neumático.
Rozo el sentido de ese martilleo constante
ritmo opaco y tenaz
de un propósito inalcanzable
está todo por hacer
es
la precariedad arenosa y húmeda
de un inminente surgimiento.
(De: "Los años poblados",
Barnacle, 2024,
Envío de Alberto Cisnero)
Dora Pentimalli
Dora Pentimalli nació en Barcelona en 1968. De padres argentinos y origen italiano, estudió en la universidad La Sapienza de Roma, donde se graduó en Letras. Desde 1994 reside en Buenos Aires. Ha ejercido la docencia en distintos ámbitos. Ha realizado numerosos trabajos de traducción del italiano al español, en particular de documentales y guiones cinematográficos. Desde 1999 trabaja en el Instituto Italiano de Cultura. En 2011 obtuvo el Diploma de Estudios Avanzados en Cultura y Sociedad otorgado por el Instituto de Altos Estudios Sociales de la Universidad Nacional de San Martín. Es autora de dos ensayos breves sobre la vanguardia española y ha publicado algunos de sus textos poéticos en revistas literarias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario