jueves, 17 de julio de 2008

SEDUCCIÓN



La poesía me atrapa con su rueda dentada,

me fuerza a escuchar inmóvil
su discurso esdrújulo.
Me abraza detrás del muro, levanta
la falda para que yo vea, amorosa y loca.
Sucede algo malo, le digo,
también soy hijo de Dios,
me deja desesperar.
Ella responde pasando
la lengua caliente por mi cuello,
habla palo para calmarme,
habla piedra, geometría,
se descuida y queda suave,
aprovecho para zafar.
Yo corro ella corre más,
yo grito ella grita más,
siete demonios más fuerte.
Me agarra la punta del pie
y llega hasta mi cabeza,
haciendo surcos profundos.
Es de hierro la rueda dentada de ella.



Adélia Prado
(Brasil, Divinópolis,  1935)




(Traducción de Diana Bellesi)


SEDUÇÂO


A poesia me pega com sua roda dentada,
me força a escutar imóvel
o seu discurso esdrúxulo.
Me abraça detrás do muro, levanta
a saia pra eu ver, amorosa e doida.
Acontece a má coisa, eu lhe digo,
também sou filho de Deus,
me deixa desesperar.
Ela responde passando
língua quente em meu pescoço,
fala pau pra me acalmar,
fala pedra, geometria,
se descuida e fica meiga,
aproveito pra me safar.
Eu corro ela corre mais,
eu grito ela grita mais,
sete demônios mais forte.
Me pega a ponta do pé
e vem até na cabeça,
fazendo sulcos profundos.
É de ferro a roda dentada déla.



No hay comentarios:

Publicar un comentario