domingo, 3 de agosto de 2008

ESTE HERMOSO FRUTO...




















Este hermoso fruto abierto lejos del árbol,
un recuerdo velado de toda esta realidad...
así que ahora voy navegando hacia el paraíso
donde mis poemas pueden destellar como autos:
no nos miraremos, dijo la chica,
y seremos felices. Noche, con su promesa
nocturna de no regresar. El perfecto extraño
ha zarpado conmigo, como tripulante fantasma.
"¡Sólo mirar las estrellas!¡Las estrellas!"

Sí, ellos están muertos. No podés ver el rostro
porque es el tuyo, sólo ves la luz
serpenteando en los barriales y arboledas infantiles
¿Qué es lo que hace existir aquellas cosas?
Deperté, y sus palabras fueron como árboles
a mi alrededor. Dijimos cosas, vivimos
de acuerdo a la vida, mientras gigantes resoplaban
y jadeaban en algún sitio; nosostros no nos educamos
y ahora estamos echados sin rimas ni razones.



Peter Ackroyd (Inglaterra, Londres, 1949)

(Traducción de Daniel Durand)


This beautiful fruit...

This beautiful fruit broken off the tree
a veiled remembrance of all this reality...
so now I go sailing into the empyrean
where my poems may glitter like cars:
we will not see each other, the girl said,
and we will be happy. Night, with its promise
of night, will not return. The perfect stranger
has sailed with me, like a phantom limb.
"Just look up at the stars! The stars!"


Yes, they are dead. The face you don't see
is your own, you see only the light
coiling through childish groves and swamps.
What is it that makes this thing exist?
I woke up, and her words were like trees
around me. We said things, and lived
in order to live, while giants were huffing
and puffing somewhere; whe do not grow wise,
wc are lyng down without rhyme or reason.




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