domingo, 3 de agosto de 2008

LA FRÍA RED




























El niño no sabe expresar qué frío es el día,

qué cálido el perfume de la rosa en verano,
qué terribles los negros desiertos del cielo nocturno,
qué terribles los altos soldados que pasan golpeando tambores.

Pero nosotros tenemos el lenguaje, que desafila ese calor enfurecido,
el lenguaje que apaga el cruel perfume de la rosa.
Deletreándola, nosotros alejamos la noche que se cierne;
deletreándolos alejamos los soldados y el terror.

La fría red del lenguaje nos aprisiona;
refugio contra la excesiva alegría, contra el excesivo terror:
hasta que por fin nos volvemos verde-mar y en la sal
fríamente morimos, y en la locuacidad.

Pero si permitiésemos a nuestras lenguas liberarse,
rechazando las palabras y su líquido abrazo,
no cuando llega la muerte, sino antes,
enfrentando la vasta luz del día infantil,
enfrentando la rosa, el cielo oscuro y los tambores,
entonces nos volveríamos locos y hasta la muerte.



Robert Graves

(Traducción de Enrique M.Butti y Silvio O.Cornú)


Robert Graves (Londres, 1895 - Deià, 1985). Poeta, ensayista y novelista inglés que combinó l ironía, el intelecto y el clasicismo, muy conocido por sus novelas de corte histórico. Durante la Primera Guerra Mundial, Robert Graves sirvió en Francia con los "Royal Welch Fusiliers". Precisamente el día que cumplía veintiún años es herido por la esquirla de una granada y es dado por muerto. Esa experiencia, que resulta suficiente para incorporarlo al grupo de poetas denominado por algunos críticos como "Los poetas de la guerra del 14", junto a Wilfred Owen y David Jones, es la que define ese sentimiento y esa aspereza de sus primeros poemas recogidos en Over the Brazier (1916) y Fairies and Fusiliers (1917). En 1926 fue nombrado profesor de literatura inglesa de la Egyptian University. En 1930 se traslada a Mallorca donde junto con la poetisa y novelista, especializada en temas helenísticos, Laura Riding, funda y dirige la Seizin Press. Retorna a Inglaterra durante la guerra civil española para, una vez finalizada ésta, instalarse definitivamente hasta su muerte en la isla balear. En 1939 publica su primera colección completa de poesías, Collected Poems. Como poeta Graves siempre participó en las antologías de Georgian Poetry. La popular sencillez de sus primeros poemas irá derivando, con la influencia de Empson y Eliot y la incorporación de las doctrinas de Freud, la metafísica y la psicología, hacia un lenguaje más hermético e introspectivo. Sin embargo, en sus posteriores colecciones como Poems (1946), Poems and Satires (1951) y Poems (1953) se muestra menos intelectual y agrio y su actitud ante la vida se hace más objetiva, de mayor aceptación y generosidad. En esta línea están orientados Collected poems (1965) y los más recientes, Poems 1965-1968 (1968) y Poems (1970), breves y mezclados de desilusión y rejuvenecimiento. Graves destacó también el campo del ensayo y la novela histórica. Como ensayista ya es un clásico su estudio La diosa blanca (1948), tratado de mitología literaria donde Graves rastrea la relación existente entre la luna y la creación poética; este texto está a la altura de La rama dorada, de R. Frazer. Dentro de la misma modalidad ensayística está su polémico como monumental Los mitos griegos (1955). Tampoco hay que olvidar su labor como traductor, dentro de la cual es obligado mencionar sus memorables traducciones de El asno de oro, de Apuleyo, La Farsalia, de Lucano y Los doce Césares, de Suetonio. Debe resaltarse su faceta de autor de novelas históricas. Graves se dedicó a este tipo de novelas porque tenía que mantener a su familia y no podía hacerlo con sus obras en verso. En Yo, Claudio (I, Claudius) y Claudio el dios, ambas de 1934, Graves hace un retrato, bajo una visión muy particular, del primer período del Imperio Romano, desde el punto de vista narrativo de Claudio. En ambas se describe el ambiente de brutalidad, lujuria, violencia, superstición y arbitrariedad de la Roma del siglo I; esta descripción se hace con una voluntad desmitificadora y crítica, como ocurre en general en todas las obras de este tipo que Graves aborda. Le siguen después, El conde Belisario (1938), La mujer de Milton, La historia de Marie Powel (1943), El Rey Jesús (1946), La hija de Homero (1955), Últimas aventuras del sargento Lamb (1941), El sello que naufragó (1960), El vellocino de oro (1945), Las islas de la imprudencia (1952) y El grito (The Shout and Other Stories, 1963).


2 comentarios:

  1. !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    no sabes el tiempo que hace que busco poesía del querido Tito Tumbas...se podrá saber la fuente de tal maravilla??
    un abrazo!

    ResponderEliminar
  2. Tito Tumbas es Robert Graves??? Jajajaja, está bueno el seudónino (por la granada que casi pone fin a su vida, no?); la fuente de este poema de Graves en particular, es la Revista de poesía "El soplo y el viento Nº26": "Cuaderno de traducciones", Enrique M.Butti, publicada en ediciones delanada, Santa Fe, diciembre 1997; pero también hay una traducción de Graves (CIEN POEMAS) editada por Lumen, de donde saqué "Advertencia a los niños". Gracias por la visita.

    ResponderEliminar