Una noche me hallaba aspirando el aroma
de las flores a orillas del Ken Lo y la brisa
me trajo el sonido de una flauta distante.
Para responderle, con una caña me fabriqué
otra flauta y lancé su sonido a la estrellada noche.
Desde entonces supieron las aves,
a la hora del crepúsculo, que existían dos seres
desconocidos conversando en una lengua
que las aves comprenden.
Li Po (China, 701-762)
(Traducción de Álvaro Yunque)
IMAGEN: Flauta de bambú.
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