martes, 25 de noviembre de 2008

TRATADO DE LA CARNE

























IEs preferible
matar a la vaca
de un hachazo
en la nuca
que degollándola,
para resguardar
el sabor.


El animal cazado

tiene disoluto
el sabor
de su carne
por el jugo
que destila
la memoria.
En cada recuerdo
en cada escondite
en cada aproximación
nocturna al helecho.

Los que me vieron nacer.

Los que me sueñan.
El jugo negro
que tiñe la fibra roja
con gusto
al bosque
salvaje.

Los que me trocen.
Los que me busquen.

II

La carne de la gran vizcacha

es oscura.
A través del frasco
se ven
sus ojos
estoicos,
aún más oscuros
que la carne,
y su sonrisa
serena y franca
de animal.

III

La vizcacha

sueña todas las noches
la pesadilla
de la lluvia
férrea
sobre
toda la extensión
carnosa
de su cuerpo.



Carlos Godoy (Argentina, Córdoba, 1983)




IMAGEN: Painting (1946) de Francis Bacon.



No hay comentarios:

Publicar un comentario