jueves, 17 de septiembre de 2009

QUINCE DE AGOSTO


























Botes a medio sumergidos
Planchas que se hinchan con delicia
Vientos, vientos descalzos
En callejuelas ensordecidas
Pendiente pedregosa
El mudo, el loco,
La esperanza a medio construida.

Grandes y nuevas campanas,
En blancos patios de lejía
Capas de color, alquitrán, nafta,
Preparativos para la solemnidad de la Virgen
Que aguarda para su fiesta
Blancas velas y pequeñas banderolas de azur.

Y tú, en el jardín, allá arriba
Pequeña fiera del peral salvaje
Ácido adolescente avispado,
Y con el sol entre las piernas
Olfateas el aroma
Y la muchachita en la orilla opuesta que
Lentamente se consume entre las hortensias.



Elytis

(Traducción de Lysandro Z. D. Galtier)



Odysseus Elytis (Seudónimo de O. Alepoudelis; Iráklion, 1911 - Atenas, 1996) Poeta y ensayista griego, uno de los más representativos de la renovación de la lírica moderna en Grecia. Obtuvo el premio Nobel de Literatura en 1979. Hijo de una acomodada familia procedente de Mitilene, su vocación poética pronto le llevó a abandonar los estudios de derecho que cursaba en la Universidad de Atenas. Junto con G. Seferis, Y. Ritsos, Andreas Embirikos y otros pertenece a la llamada Generación de 1930, pero mostró una personalidad peculiar dentro del movimiento vanguardista agrupado en torno a la revista Nea grammata (1935), que introdujo el surrealismo en su país. Atraído particularmente por la poesía de P. Éluard, sus poemas más tempranos manifiestan una fuerte personalidad dentro de esa corriente. Orientaciones, publicado en 1940, recoge sus creaciones de esa época. Publicó más tarde Sol el primero (1943), libro donde tiende más al intimismo. Durante la Segunda Guerra Mundial, tras unirse a la resistencia antifascista con los italianos en Albania, se convirtió en el portavoz de los jóvenes griegos. Uno de sus poemas Canto heroico y fúnebre para el subteniente caído en Albania (1945), un himno a la libertad, tuvo gran repercusión en la posguerra. Después de la contienda no publicó nada durante casi tres lustros. En 1959 reapareció con Axion Esti, largo poema con reminiscencias del Canto a mí mismo de W. Whitman. La tercera etapa de su poesía se caracteriza por la audacia formal pero conserva su exaltación por la libertad y la energía vital: Dignum est (1959), Seis y un remordimiento para el cielo (1960), El árbol de la luz y la decimocuarta belleza (1971), Monograma (1972). Otras de sus obras son Ho halios ho heliatoras (1971), Los hijastros (1974 ), María Nefeli (1977) y Libro de señales (1977). Característica de su poesía es la constante búsqueda de la diafanidad. Él mismo lo ha explicado: "Al decir diafanidad entiendo que tras un objeto concreto puede aparecer algo diferente, y tras esto a su vez, otra cosa; y así sucesivamente". Elitys tradujo también a otros poetas como P. Éluard, A. Rimbaud, Lautréamont, P. Jouve, G. Ungaretti, F. García Lorca y V. Maiakovski y a dramaturgos como B. Brecht y J. Giraudoux. Después del golpe militar de 1967, el llamado "poeta del mar Egeo" se estableció en París.






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