sábado, 17 de octubre de 2009

Montañas y ríos sin fin




















Luego de hacer el amor, somos como ríos

que descienden de la cima de las altas cumbres.

Permanecemos en la quietud, nos movemos
tranquilos en la profundidad del peligro―

dos ríos penetrando el océano
serenos, como si nada tuviera importancia:

sosegadamente, pero con gran energía
confluyendo en las aguas cada vez más profundas.



Sam Hamill (E.E.U.U., 1943)

(Traducción de Esteban Moore*)


*(Del libro: Ojos Bien abiertos y otros poemas, colección de poesía El Cuervo, Dirección de publicaciones, Universidad de Carabobo, Valencia , Venezuela, Octubre, 2006)

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