viernes, 13 de noviembre de 2009

Nueces mojadas en los pastizales





Nueces mojadas en los pastizales,
puntos luminosos entre los árboles
y los que juegan por necesidad
seguro pierden por obligación.
La cosquilla en el meñique
viene bajando desde el brazo,
es la muerte que está adentro
de mi madre, nos demuestra
que se mete en cualquier parte.
La aventura dada vuelta,
agarrada con las patitas finas
mi madre parada en un palito
y los que juegan por diversión
seguro ganan sin explicaciones.
Lo peor es escribir bien.
No, lo peor es escribir mal.
Si, lo mejor es amontonar.
Si, lo mejor es mejorar
nuestro campamento, poner
lindo el alrededor, apilando
las piedras del lugar,
monolitos pequeños
que nos acercan al primer
expresador, modificador, embellecedor:
el artista: el primer traidor.
Ahora voy a reconocer,
voy a solicitar disculpas
a las chicas con las que
intercambié fluidos
solo para que les agraden mis textos.
Escribí para amontonar poder
en mi apellido: Durand.
Ahora no lo quiero
no quiero ese poder pequeño montado
en mi apellido, no voy a corcovear,
no quiero apellido, no quisiera
querer.
Ahora voy a solicitar disculpas
a todos los que vinieron a mi casa
para ser convencidos de la verdad
que ostentaba, no tengo verdad,
tenía mentiras que acumulaban poder
y después irresponsablemente lo repartía,
dije que:
- las ramas arqueadas del helecho tienen movimientos afectivos.
- tres piedras encimadas son una obra de arte.
- corazón o cero son las dos únicas variantes.
Las montañas cansan al que camina
más de lo que el mar cansa al nadador.
Olvidé las caras de los adolescentes
que subí a la montaña
para que aprendan cómo funciona la naturaleza,
tan distinta al funcionamiento
de la vida del club que los llevaba.

Nada cambiará. Nadie producirá.
Muñecos suaves se amontonan
delante del parabrisas del micro
que va hasta un pueblo que se llama
Papagayos.
Querido Sergio:
te cuento cómo fue mi aventura
de 15 años en la literatura argentina:
me acuerdo cómo fue el final:
un borracho le tiró un manotazo
a una burbuja que se inflaba
en el pico de una botella de cerveza,
y que reventó un instante antes
que pudiera agarrarla.
Me gustaría escribirme libros,
publicármelos y regalármelos,
que me calmen y nunca
tener ganas de mostrárselos a nadie:
Un texto que de tan bueno nunca
haga falta mostrárselo a nadie.
Qué cosa incomprensible seré
en este momento que
mi madre se muere
la patria se hunde
y mis amigos son todos
unos hijos de puta?
Cuanto más malo es un texto más lectores necesita.
Mamá anda comiendo algodón
es por eso que no le alcanza la saliva
y no puede armar el bolo alimenticio.
los rayos le secan todos los fluidos.
El poema perfecto no necesita lector.
Atrás de una trinchera de pastillas
que el alma por dentro van secando.
La muerte vino primero a matar la religión
y la virgen pegada en una cuña de madera
quedó hamacándose como una nena
rebelde
a la que nadie puede peinar.
Buscando bajo la luz
lo que perdió en la oscuridad.
El pez translúcido
del tamaño y de la forma de una ,
ahora en el océano está solo.

(De: El Estado y él se amaron)



Daniel Durand (Argentina, Entre Ríos, Concordia, 1964)

2 comentarios:

  1. el poema perfecto no existe...

    existe la perfección del poema...

    encadenados en la caverna viendo sombras , a veces hacemos algo copado, sin embargo...

    cariños
    bea

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