miércoles, 3 de febrero de 2010

VERS DE SOCIETE



Mi esposa y yo hemos invitado a una gentuza

a que vengan a perder el tiempo a casa: ¿te atreves
a ser de la partida? Pero qué mierda, amigo.
Acaba el día.
La estufa respira, oscuramente los árboles se mecen.
Por lo tanto: Querido Warlock-Williams, lo lamento...

Gracioso lo difícil que es quedarse solo.
Podría pasarme, si quisiera, la mitad de las noches
sosteniendo una copa de jerez insulso, inclinado
para oír las tonterías de una zorra
que no ha leído otra cosa que revistas;
pensad en cuánto tiempo libre se ha escurrido

hacia la nada porque uno lo llenó
con caras y cubiertos, en vez de aprovecharlo
bajo una lámpara, oyendo cómo sopla el viento
y asomándose a ver la luna convertida
en navaja afilada por el aire.
Una vida, y sin embargo cuan duramente nos inculcan:

toda soledad es egoísta. Nadie hoy
cree al eremita de andrajos y escudilla
que habla con Dios (también éste se fue); el gran deseo
es tener gente que sea simpática con uno,
lo cual en cierto modo significa retribuirlo.
La virtud es social. ¿Entonces son estas rutinas
una forma de jugar a la bondad, como ir a misa?
¿Algo aburrido, que hacemos no muy bien
(interesarnos por la investigación de aquel idiota)
pero con sentimiento, pues, aun groseramente,
nos señala el buen ejemplo?
Demasiado sutil. Y decoroso, encima. Oh, diablos,

sólo los jóvenes son libres de estar solos.
Para tener compañía queda ahora menos tiempo
y a menudo permanecer bajo la lámpara
no ofrece paz, sino otras cosas.
Remordimiento y fracaso esperan en la sombra
susurrando Querido Warlock-Williams: por supuesto...


(De: Ventanas altas,
Lumen, 1989)
Philip Larkin (Inglaterra, Coventry, 1922-1985)


(Traducción: Marcelo Cohen)

VERS DE SOCIETE

My wife and I have asked a crowd of craps
To come and waste their time and ours: perhaps
You'd care to join us? In a pig's arse, friend.
Day comes to an end.
The gas fire breathes, the trees are darkly swayed.
And so Dear Warlock-Williams: I'm afraid—

Funny how hand it is to be alone.
I could spend half my evenings, if I wanted,
Holding a glass of washing sherry, canted
Over to catch the drivel of some bitch
Who's read nothing but Which;
Just think of all the spare time that has flown

Straight into nothingness by being filled
With forks and faces, rather than repaid
Under a lamp, hearing the noise of wind,
And looking out to see thf moon thinned
To an air-sharpened blade.
A life, and yet how sternly it's instilled

All solitude is selfish. No one now
Believes the hermit with his gown and dish
Talking to God (who's gone too); the big wish
Is to have people nice to you, which means
Doing it back somehow.
Virtue is social. Are, then, these routines
Playing at goodness, like going to church?
Something that bares us, something we don't do well
(Asking that ass about his fool research)
But try to feel, because, however crudely,
It shows us what should be?
Too subtle, that. Too decent, too. Oh hell,

Only the young can be alone freely.
The time is shorter now for company,
And sitting by a lamp more often brings
Not peace, but other things.
Beyond the light stand failure and remorse
Whispering Dear Warlock-Williams: Why, of course—


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