miércoles, 3 de febrero de 2010

VENTANAS ALTAS















Cuando veo una parejita e imagino

que él se la folla y ella toma
píldoras o usa un diafragma,
sé que es ése el paraíso

que todo viejo soñó la vida entera:
ataduras y prejuicios desechados
como una cosechadora obsoleta, y los jóvenes
deslizándose sin límites, ladera abajo,

hacia la felicidad. Me pregunto si
cuarenta años atrás, mirándome, alguien
habrá pensado: Eso es vida;
nada de Dios, ni de sudar de noche

pensando en el infierno, ni de ocultar
lo que opinas del pastor. Ese y sus
amigos se deslizarán, maldita sea,
libres como pájaros. Y de inmediato,

más que en palabras, pienso en ventanas altas:
el cristal en donde cabe el sol y, más allá,
el hondo aire azul, que nada muestra,
y no está en ninguna parte, y es interminable.


(De: Ventanas altas,
Lumen, 1989)
Philip Larkin (Inglaterra, Coventry, 1922-1985)


(Traducción: Marcelo Cohen)

HIGH WINDOWS

When I see a couple of kids
And guess he's fucking her and she's
Taking pills or wearing a diaphragm,
I know this is paradise

Everyone old has dreamed of all their lives—
Bonds and gestures pushed to one side
Like an outdated combine harvester,
And everyone young going down the long slide

To happiness endlessly. I wonder if
Anyone looked at me; forty years back,
And thought, That'll be the life;
No God any more, or sweating in the dark

About hell and that, or having to hide
What you think of the priest. He
And his lot will all go down tne long slide
Like free bloody birds. And immediately

Rather than words comes the thought of high Windows:
The sun-comprehending glass,
And beyond it, the deep blue air, that shows
Nothing, and is nowhere, and is endless.

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