sábado, 23 de septiembre de 2017

ZETTEL




¿A medida que el tiempo pasa la distancia entre las cosas se va haciendo más corta?


1
El arte es un fenómeno de tipo ambiental. En días de mucho calor y alta densidad atmosférica puede parecer un espejismo.


2
¿Cómo discutir la preeminencia del soporte o el ornato? ¿La tela soporte y el ladrillo ornato? ¿Lo sólido, en arquitectura, es blando? Esta dama pasa frente a mí con un bello peinado de moda. ¿Ese peinado me explica más que el enorme edificio del Congreso de la Nación que veo a sus espaldas?


4
La biología diría que las células del cuerpo cambian íntegramente cada siete años, y que el cuerpo no muere por viejo sino por cansancio de tanto rejuvenecer. Si el personaje de una novela es una formación discursiva con su cuerpo sintáctico, cada siete años ese cuerpo exigiría ser reescrito por completo. Lunáticos como Robert Walser hubieran intentado esta aventura que hace de la literatura una verdad biológica.)


6
Pensemos en la muerte como un acontecimiento retrospectivo. Esa manera de irle pidiendo cosas al futuro para devolvérselas, al final, intactas. Como si uno no hubiera vivido.


8
Minimalismo. Es el lento, imperceptible cambio que la luz produce en poquísimos objetos, y en el breve lapso que va de las seis a las siete de la tarde. (Confirmar.)


9
Hablemos de un arte que roe en fino su propio hueso, que se alimenta de la radiografía de sus propias costillas -como si fueran viejas resecas tablillas asirias-.


13
¿Cómo es el eco de un sonido q ue jamás se produjo?  ¿El arte y la literatura serán eso?


15
Grado cero de las disciplinas. El alcohólico toma por tomar, sin buscar efectos anímicos. El jugador de juegos de azar juega por jugar, sin buscar ganancias. El bailarín baila por bailar.


20
No siempre que el mercado le dice sí a un artista es cuando él está en condiciones de decirle sí al mercado. (Probemos.)


22
En cuanto a los muchos debates sobre el futuro, ninguno Incluye esta premisa: que el futuro ya fue. (Ojo. ¿Esto ya lo dije en El árbol de Saussure? Revisar.)


30
Tanto la teoría nace por la determinación previa de un modo de cálculo que propicia el nacimiento de un nuevo objeto científico como la ficción es el modo de calcular un imaginario que va a dar nacimiento a un proceso artístico, lleve o no a una nueva "obra de arte”. (¿De donde teoría y ficción, enemigas, serían acaso lo mismo?)


32
SOBRE un imaginario pizarrón dibujo la figura de un curso (un curso en su más vieja acepción: caminata, paso) que recorrió todas las vicisitudes de la moda. Es decir, que huyó de los estudios literarios para desmembrarse en los estudios culturales, y que después se cansó de ellos y ahora quiere volver a casa, pero ya no sabe dónde está la casa, cómo es. Opción de ingreso a la vieja literatura: por no poder leerla ahora como antes, ayer como siempre, adivinarla entonces o proyectar sobre ella una mirada estroboscópica (de estro).


33
El ojo es una perla de gelatina concreta que late y mira, mientras la interpretación y el sentido quedan como ilusiones ópticas. (No. Tachar esto. Es apodíctico.)


34
GÓNGORA en traducción. "Demás que honra me ha causado hacerme oscuro: hablar de manera que a los ignorantes les parezca griego". (Citar esto en algún lado.)


36
Para ser Alguien, en una tribu como tal todos hablan al mismo tiempo y se canjean unos por otros. Ahí, el que calla y no se canjea es Nadie.



¿De dónde la inestabilidad viene a hacerse sistema?



39
¡Qué bella planta! No tiene más de dos o tres metros de altura. Sus hojas son alternas, con estípulas axilares; sus flores son blanquecinas y su fruto es rojo como la pasión de un botánico. Sólo mirarla dilata la pupila.


44
La biología llama “cesación del mandato” al corte en la transmisión genética, como en el caso del artista aquel que no reconoce historia del dibujo ni tradición de la letra. (¿Nombrarlo?)


46
¿Perverso significa “vaciado en una cosa”?  Tal vez. Pero el mayor goce del perverso es saber que la cosa no está ahí, y el que se vacía tampoco.


49
OUÉ CURIOSO lo del adentro y el afuera, el ornato y el soporte en literatura. Góngora nos propone un ejercicio. El extranjero llega de afuera, pero parece natural del lugar, o ambas cosas son canjeables. Cito: "Bien que sea extranjero, bien natural afecta mudo voces/ y parlero silencio en sus vocales tintas miente”. ¿Podremos dirimir qué es ornato y qué es soporte en estos dos versos? O bien, si hablamos de ficción en general, ¿en qué lugar algunos libros priorizan el soporte creyéndolo ladrillo? (Ofrecer un seminario sólo dedicado a estos dos versos.)


51
En la magia negra sólo se trata de hacer presente cierta relación entre suspensión y suspenso, lógica en el espectador. El mago se hace cargo de esa expectativa y se anticipa a ella, como si fuera el resultado de una cosa que todavía no ocurrió.


54
Osvaldo Lamborghini escribe: “La Argentina no es ninguna raza ni nacionalidad, sino puro estilo y lengua". ¿Un país -dice- al que sólo hay que presentar con fraseo? Sería acaso como asumir un pathos (no querer ser Nación, no llegar a construirse como Sistema) y entonces tener el privilegio de permitirse todo lo demás, con la mayor autoridad y nobleza. Como decir en vez de nación entonación.


58
Igual que esos bichos que en el instante supremo de la eyaculación mueren, la levitación es posible siempre que se produzca una sola vez (en la vida; y esa única vez para irse al cielo).


Visto así, desde la barra, un vaso no es un “vaso" sino un pedazo de vidrio con la boca abierta.


74
TRADUCIDO de Zettel, de uno de los papelitos de Wittgenstein: “¿Qué ocurre con los dos enunciados: 'esta hoja es roja’ y 'esta hoja tiene el color que en castellano se llama rojo?’ ¿Dicen ambos lo mismo? ¿No depende esto de cuál sea el criterio para que un color se llame 'rojo' en castellano?".


75
NO IMPORTA que la novela clásica de Cervantes parezca verosímil, convincente o segura de sí porque, incluso, el lugar llamado La Mancha podría traducirse (sin disparate alguno) como una mancha de tinta, o de salsa de tomate, y ese lugar de la mancha de cuyo nombre alguien no quiere acordarse puede ser, literalmente, la bragueta de un pantalón: el lugar avergonzado donde cayó esa mancha. (Seguir este procedimiento a lo largo de todo el Quijote a ver si aparece, aquí y allá, de pronto, un Lewis Carroll agazapado.)


87
¿FREUD descubrió el inconsciente, o acaso lo inventó? ¿No será posible decir que técnica, empíricamente lo fue descubriendo mientras (pero) científicamente lo inventó, lo alojó en el falso y vano de su discurso? Y, en este último caso, que antes de él no había inconsciente porque no tenía posibilidad de diagnóstico, ese modo clínico que define al objeto y se apodera de su nombre, en cuerpo y alma. Como decir, un poco al azar: "cáncer” (cangrejo), laberinto borgeano, situación "kafkiana", aneurisma...


89
CURIOSO el fenómeno de un taller literario.
El método de trabajo varía de acuerdo con la resistencia de materiales del grupo, sí, pero en cualquier caso ese método parece únicamente la lectura. Nada mejor que enfrentar a sus miembros con trozos sueltos de la tradición: un párrafo hiperteórico, a ver cómo se convierte en ficción; un poema, a ver cómo se da vuelta a prosa; una crónica, a ver quién desdice la verdad de la información. Y como son ciertos modos de leer los que se leen en lo que el participante escribe, por allí entra una invalorable fuente de datos que quedará flotando en medio del grupo (tanto que cada uno se convierte en náufrago del vecino, y por ese motivo no le puede arrojar la piedra de su propio texto). El coordinador, a su vez, aplica lo que otras disciplinas llaman "atención flotante".




Héctor Libertella



Héctor Libertella. Escritor argentino nació en Bahía Blanca en 1945 y murió en Buenos Aires, en 2006. Se dedicó a la literatura desde la infancia. Al alcanzar la pubertad, ya había concluido la escritura de alguna novela, así como leído todo lo que había podido encontrar de Jorge Luis Borges. En el año 1965 Libertella obtuvo (con una novela que permanece inédita) el primer lugar en el Premio Primera Plana de Novela Argentina. Tres años más tarde, El Camino de los Hiperbóreos recibió el Premio Paidós de Novela (1968), lo que permitió a Libertella dar por concluido el servicio militar obligatorio que por entonces cumplía y viajar a Estados Unidos, donde recorrió las mismas carreteras que sus admirados beatniks. Es reconocido además por su labor como editor, en Argentina y en México; premiado desde muy joven por sus singulares obras literarias y ensayísticas que a lo largo de los años compusieron un cauce único en la literatura latinoamericana, donde puede acercárselo a grandes como Salvador Elizondo o Lorenzo García Vega. Entre sus otros libros se encuentran: Aventuras de los miticistas (1971), Personas en pose de combate (1975), ¡Cavernícolas! (1985), El paseo internacional del perverso (Premio Juan Rulfo, París, 1986). Memorias de un semidiós (1998), El árbol de Saussure (2000), La arquitectura del fantasma (2006). Diario de la rabia (2006) y El lugar que no está ahí (2006). Sus ensayos constituyen vivas lecturas latinoamericanas que sorprenden por su gran libertad, su perspicaz lengua y su atinada precisión crítica, entre ellos figuran. Nueva escritura en Latinoamérica (1977), Ensayos o pruebas sobre una red hermética (1990), Las sagradas escrituras (1993) y La librería argentina (2003). Nicolás Rosa afirma que junto con Ricardo Piglia, Libertella, es el iniciador de la “ficción crítica” en la Argentina. Zettel es la última obra que escribió y un homenaje a Wittgenstein.








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