miércoles, 12 de junio de 2019

ME HE QUITADO LA MÁSCARA

























POEMAS DEL INGENIERO ÁLVARO DE CAMPOS



Me he quitado la máscara y me miro al espejo.
Era el niño de hace cuántos años...
no había cambiado nada...

Esta es la ventaja de saberse quitar la máscara.
Seguimos siendo niños,
ese pasado que permanece,
el niño.

Me he quitado la máscara y me la he vuelto a poner.
Así está mejor.
Así soy la máscara.

Y vuelvo a la normalidad como a una terminal de línea.



Hace más de media hora
que estoy sentado al escritorio
con la única intención
de mirarlo.

(Estos versos están fuera de mi ritmo.
Yo también estoy fuera de mi ritmo.)

Tintero (grande) delante.
Plumas con sus plumines, menos delante.
Más hacia aquí papel muy limpio.
A la izquierda, un tomo de la Enciclopedia Británica,
a la derecha
¡ah, a la derecha!
ese abrecartas con el que ayer
no tuve paciencia para abrir completamente
ese libro que me interesa y que no voy a leer.

¡Quién pudiese hipnotizar todo esto!



Los antiguos invocaban a las Musas.
Nosotros nos invocamos a nosotros mismos.
No sé si las Musas se aparecían,
dependería sin duda del invocado y de la invocación,
pero sé que nosotros no nos aparecemos.
Cuántas veces me he asomado
sobre el pozo que me supongo ser
y ululado “¡Uh!” sólo para oír un eco
y no he oído más de lo que he visto:
ese tenue albor oscuro con que el agua resplandece
en la inutilidad del fondo.
Ningún eco para mí...
Sólo tenuemente una cara, que debe de ser la mía porque
no puede ser la de otro,
es una cosa casi invisible,
excepto cómo luminosamente surge
en el fondo...
En el silencio y en la luz falsa del fondo...


¡Qué Musa!



Fernando Pessoa 

(Traducción: Eloísa Álvarez)



Depuz amascara e vi-me ao espelho...
Era a creança de ha quantos anos...
Não tinha mudado nada...

É essa a vantagem de saber tirar a mascara.
É-se sempre a creança,
O passado que fica,
A creança.

Depuz a mascara, e tornei a pol-a.
Assim é melhor.
Assim sou a mascara.

E volto á normalidade como a um terminus de linha.


Ha mais de meia hora
Que estou sentado á secretaria
Com o unico intuito
De olhar para ella.

(Estes versos estão fóra do meu rhythmo.
Eu também estou fóra do meu rhythmo).

Tinteiro (grande) á frente.
Canetas com aparos menos á frente.
Mais para cá papel muito limpo.
Ao lado esquerdo um volume da Encyclopedia Británica,
Ao lado direito –
Ah, ao lado direito! —
A faca de papel com que hontem
Não tive paciência para abrir completamente
O livro que me interessa e não lerei.

Quem pudesse hypnotizar tudo isto!



Os antigos invocavam as Musas.
Nós invocamo-nos a nós mesmos.
Não sei se as Musas appareciam -
Seria sem duvida conforme 0 invocado e a invocação -
Mas sei que nós não apparecemos.
Quantas vezes me tenho debruçado
Sobre o poço que me supponho
E balido “Uh!” p’ra ouvir um echo,
E não tenho ouvido mais que o visto –
O vago alvor escuro com que a agua resplandece
Lá na inutilidade do fundo.
Nenhum echo para mim...
vagamente uma cara, que deve ser a minha porque
não ser de outro.
É uma coisa quasi invisível,
Excepto como luminosamente surge Lá no fundo...
No silencio e na luz falsa do fundo...


Que Musa!




Fernando António Nogueira Pessoa (Lisboa, 1888- id., 1935). Poeta portugués. Pasó su infancia y juventud en la República de Sudáfrica e inició estudios de derecho en la Universidad de El Cabo, y regresó a Lisboa en 1905. Inició su obra literaria en inglés, aunque a partir de 1908 creció su interés por la lengua portuguesa. Su obra es una de las más originales de la literatura portuguesa y fue, junto con Sá Carneiro, uno de los introductores en su país de los movimientos de vanguardia. También escribió poesía en francés y en inglés. A partir de 1914 proyectó su obra sobre tres heterónimos: Ricardo Reis, Álvaro de Campos y Alberto Caeiro, para quienes inventó personalidades divergentes y estilos literarios distintos. Y también desde su ortónimo: Fernando Pessoa -él mismo. Frente a la espontaneidad expresiva y sensual de Caeiro, Ricardo Reis trabaja minuciosamente la sintaxis y el léxico, inspirándose en los arcadistas del siglo XVIII. Álvaro de Campos evoluciona desde una estética próxima a la de Whitman hasta unas preocupaciones metafísicas en la tarea de explicar la vida desde una perspectiva racional. Sobre estos desdoblamientos del poeta en varias personalidades, se reflejan sus distintos yoes conflictivos,  y elaboró su propia obra poética, a veces experimental, una de las más importantes del siglo XX y que en su mayor parte permaneció inédita hasta su muerte. Su poesía, que supone un intento por superar la dualidad entre razón y vida, fue recogida en los volúmenes:  Obras completas: I. Poesías, 1942, de Fernando Pessoa; II. Poesías, 1944, de Álvaro de Campos; III. Poemas, 1946, de Alberto Caeiro; IV. Odas, 1946, de Ricardo Reis; V. Mensagem, 1945; VI. Poemas dramáticos; VII. y VIII. Poesías inéditas, 1955-1956. Su obra ensayística ha sido recogida en Páginas íntimas de  autointerpretación (1966), Páginas de estética y de teoría y crítica literarias (1967) y Textos filosóficos (1968). En 1982 apareció Libro del desasosiego, compendio de apuntes, aforismos, divagaciones y fragmentos del diario que dejó al morir, atribuido a un semiheterónimo: Bernardo Soares. 

Biografía tomada de: 



IMAGEN:  Fernando Pessoa, hacia 1928.




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