Nacimiento de la tonada cuyana
Trajeron su semilla desde tierras lejanas,
nostalgiosas guitarras la sembraron en Cuyo,
dicen que florecía al pie de las ventanas
pero aún no tema la esencia del terruño.
Aquí anduvo en los campos como la flor del quisco
tan sufrida y hermosa, tan sola y delicada,
hasta que alguna tarde por decir el olvido
haciéndose suspiro salió como tonada.
La cantó la Martina Chapanay de a caballo,
la llevaron los criollos en la urdimbre del
poncho,
los gallos del lucero la siguen encontrando
mientras van retirándose los padres algarrobos.
Juramentos de amor, esperanza, recuerdos
donde la topa el vino y la hace más profunda.
La florida tonada que se prende del cielo,
esa de pata en quincha con cogollo de luna.
En mi tierra se canta desde tiempo de ñaupas
con la voz delgadita y ese tono doliente.
Amoroso requiebro, palomita cuyana
que se asentó en la rama de las cumbres celestes.
(Tomado de: “Poesía Completa”,
Ediciones en danza, Bs.As.,
2011)
Jorge Leonidas Escudero (San Juan, Argentina, 1920-2016)
IMAGEN: Dibujo de Camporro de la guerrillera Martina Chapanay (San Juan;1800-1887).
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